En un logro sin precedentes, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), en colaboración con las Fuerzas Aéreas de EE.UU., realizó un anuncio sin precedentes. A través de su programa “ACE”, el X-62A “VISTA” se ha convertido en el primer caza controlado por inteligencia artificial del mundo en realizar con éxito maniobras de combate aéreo contra un F-16 tripulado.
Este acontecimiento histórico marca un hito importante en la aplicación de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático en escenarios de combate. Este hecho supone un avance radical en la tecnología de la aviación militar.
El objetivo principal de ACE es aumentar la confianza en los sistemas de combate autónomos. De esta forma se centra en el reto de capacitar a una aeronave controlada por inteligencia artificial para participar en combates aéreos rápidos y dentro del alcance visual, comúnmente denominados “dogfighting”.
Un gran avance dentro de la Inteligencia Artificial
En 2020, el programa ACE de DARPA organizó las pruebas “AlphaDogFight”. Esta competición virtual de tres días en la que programas de IA de varios socios industriales compitieron en escenarios simulados de “dogfighting”. La empresa de software Heron Systems, con sede en Maryland, resultó ganadora, superando a otros siete agentes de IA diseñados para controlar F-16.
El agente de IA del F-16 de Heron Systems pasó a dominar una serie de combates aéreos. Estos se realizaron contra un experimentado piloto humano del F-16 de las Fuerzas Aéreas. En estos combates, el resultado fue a favor de la inteligencia artificial, “ganando 5-0 mediante maniobras agresivas y precisas que el piloto humano no pudo superar”.
En 2021, Heron Systems fue adquirida por Shield AI, una empresa tecnológica con sede en San Diego especializada en el desarrollo de sistemas de defensa impulsados por IA.
“El equipo X-62A demostró que la autonomía de vanguardia basada en el aprendizaje automático podía utilizarse con seguridad para volar en maniobras dinámicas de combate”.
Dijo el Secretario de las Fuerzas Aéreas, Frank Kendall, en un vídeo publicado por DARPA con motivo del logro. El equipo lo consiguió cumpliendo las normas estadounidenses sobre el uso seguro y ético de la tecnología autónoma.
Desde su inicio en 2019, el programa ACE ha alcanzado rápidamente varios hitos clave. Esto sin duda supone un cambio significativo respecto a los largos plazos habituales asociados al desarrollo de plataformas aeroespaciales avanzadas.
El programa Air Combat Evolution
El programa ACE de DARPA tiene como objetivo desarrollar una autonomía fiable, escalable, de nivel humano e impulsada por inteligencia artificial para el combate aéreo. Se espera que se consiga utilizando el combate aéreo colaborativo hombre-máquina como problema.
El combate de inteligencia artificial contra humanos fue la prueba final de la competición de tres días. En esta competición, ocho programas de IA diferentes se enfrentaron en distintos escenarios. Cada empresa participante desarrolló su programa de IA y, utilizando el aprendizaje automático, y sometieron a sus programas a miles de simulaciones para adquirir experiencia.
Air Combat Evolution (ACE) program achieves world first for #AI in aerospace. 7min video highlights how in-air combat tests between AI- and human-piloted F-16s @EdwardsAFB are transforming progress for human-machine teaming and trusted autonomy. https://t.co/NewcjI4UjP
— DARPA (@DARPA) April 17, 2024
El agente de inteligencia artificial ganador surgió con un comportamiento agresivo. Este buscaba muertes muy precisas con armas de alto aspecto. Estas, a menudo, sucedían en la primera fusión al principio del combate. El agente se aprovechaba de las limitaciones de seguridad, impuestas a través de las publicaciones de la Instrucción de las Fuerzas Aéreas (AFI), que el piloto humano respetaba durante el vuelo en simulador.
Además de volar con mayor precisión y al límite de las normas de seguridad, la inteligencia artificial también reaccionaba con mayor rapidez gracias al bucle OODA (Observar, Orientar, Decidir y Actuar) más rápido del ordenador. Esto hizo que la IA consiguiera un disparo en cuanto pudo, mientras que el piloto humano intentó maniobrar para un disparo de seguimiento/trasero y no intentó conseguir un disparo de cara o un disparo de oportunidad, incluso cuando tuvo la oportunidad, lo que al final marcó la diferencia.