El gigante automovilístico Tesla, icono a nivel mundial de los coches eléctricos, está replanteando su estrategia comercial para adaptarla a la nueva realidad. Dicha realidad está basada en una feroz competencia, que está mermando la hegemonía que hasta hoy tenía Tesla en el segmento del vehículo eléctrico.
La llegada de firmas chinas como BYD o Geely, más el desembolso multimillonario que han efectuado las grandes automovilísticas europeas y americanas, están haciendo que cada vez sea más fácil encontrar un coche eléctrico de calidad y a un precio asequible. Es por eso que Tesla ha querido dar un golpe sobre la mesa y aplicar una importante rebaja a sus modelos más demandados.
Equiparar el precio de los coches eléctricos a los coches de combustión
Aunque las pretensiones de la Agenda 2030 pretendías que países enteros descartasen por entero la producción de coches de combustión en el plazo de unos años (2035 fue la fecha fijada por la UE), lo cierto es que la realidad económica y social impide que de momento se de cumplimiento a esta aspiración.
La venta de vehículos diesel y gasolina se mantiene firme, entre otras cosas porque el coste añadido de la electrificación es algo que no todo el mundo puede permitirse. Por lo tanto, una estrategia de coches eléctricos asequibles es la única opción que tienen los fabricantes para dar un empuje a esta variante.
Según datos proporcionados por Bloomberg, Tesla habría mantenido una bajada paulatina del precio de sus modelos más cotizados, el Model S y el Model X, que se habría ido produciendo desde comienzos de año. Así, en la actualidad estos coches habrían reducido enormemente la brecha que les separaba del vehículo medio de similares características:
Por lo que respecta a los modelos más económicos, el Model 3 y el Model Y, la rebaja habría sido aún más intensa, centrándose en posicionarlos a un precio mucho más bajo que la media de coches similares:
Sin embargo, muchos ven en esta estrategia una suerte de huida hacia adelante sobre unos problemas que ya vendría arrastrando la automovilística tiempo atrás. No sería un mal menor, pues hablamos precisamente de la calidad final del producto.
En busca de la confianza perdida
Para mantener el liderazgo no basta con tener una buena imagen y fama, sino que además el producto ha de ser visto como un verdadero sustituto de otras marcas de alta gama como Audi, Mercedes-Benz o BMV. Las casas tradicionales han pisado el acelerador (nunca mejor dicho) con su gama de eléctricos, y ya es posible encontrar un vehículo de calidad probada e impulsado por baterías.
Según el último informe de la OCU sobre los coches más fiables del mercado, Tesla es, de un total de 36 marcas valoradas, la que peor puntuación obtiene con un total de 60 puntos sobre 100. Queda además lejos de otras firmas mucho más baratas como Citroën o Dacia.
La encuesta se realizó sobre más de 50.000 conductores de cinco países europeos, lo que resulta ser una muestra con una muestra considerable y cuyas conclusiones resultan bastante cercanas a la realidad.
La satisfacción del cliente es esencial para que al paso de unos años renueve su automóvil con la misma marca. Si la experiencia que ha tenido con los coches eléctricos de Tesla ha sido mala, acudirá a la competencia, aunque fuere simplemente por probar alternativas, lo que reduciría paulatinamente la cuota de mercado de la empresa de Musk.
Si Tesla quiere mantener sus números, no se trata solo de captar nuevos clientes con bajadas de precios, sino de fidelizar los que ya tienes para que sigan comprando tus vehículos.
¿Cómo soportará la acción de Tesla esta bajada de los precios?
Aunque Elon Musk siempre ha presumido de que su empresa obtiene los mejores datos de rentabilidad de todo el sector automovilístico, lo cierto es que la bajada de precios supone evidentemente erosionar los márgenes. Al menos, siempre que no se reduzcan costes por alguna vía.
Los analistas son bastante dicotómicos a este respecto. Hay quien confía en la habilidad de Musk para generar nuevas fuentes de ingresos que logren mantener los resultados de Tesla. En cambio, otros creen que con la compra de Twitter (ahora X), el magnate ha hipotecado la gallina de los huevos de oro.
Echemos pues un vistazo a la proyección a 12 meses que efectúa Stock Analysis, en base a un forecast de 28 analistas de Tesla. Vemos que hay quien llega a valorar a la empresa un -53,79% de su valor actual. Pero lo más preocupante no es eso, sino que de media se suscriba un recorte del -4,80%:
Por el momento, parece que vamos a tener que confiar en que la bajada de los márgenes pueda compensarse con un incremento de las ventas. Mientras tanto, Musk seguirá buscando nuevos desarrollos dentro de la empresa para mantenerla con los altos niveles de capitalización actuales. Aunque puede que ello suponga ceder puestos en el mercado de los coches eléctricos y centrarse en la fabricación de los autómatas del futuro.
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