Con paso lento pero firme, vamos camino de cumplir en pocas semanas el segundo aniversario de la invasión de Ucrania. Dicho acontecimiento sacudió el plano geopolítico y cogió por sorpresa al Viejo Continente, que de la noche a la mañana vio como el granero europeo (Ucrania) y el surtidor europeo (Rusia) entraban en guerra. Las reservas de petróleo y gas rusos, así como los silos de semilla y grano ucranianos, quedaban comprometidos sine die.
De forma apresurada, la UE tuvo que rehacer sus canales de suministro tanto en el plano energético como alimentario. El segundo lograría solventarse de forma relativamente rápida, entre otras cosas porque Rusia aceptó flexibilizar las exportaciones ucranianas aún con la invasión activa. No así, el plano energético resultó más complicado de lo esperado y aún hoy se trabaja por solventar los canales de entrada.
Como hecho significativo, podemos ver que a día de hoy los cambios en el suministro energético europeo han pasado por eliminar a Rusia e incrementar notablemente las partidas de Arabia Saudí, EEUU, Angola o Brasil:
Por aquello de los caprichos del destino, parece ser que una de las opciones que la UE tiene sobre la mesa es proveerse en parte de las reservas de petróleo venezolano. La singularidad parte de la escasa simpatía que tiene la Unión por el gobierno de aquel país. Para muestra, vasta recordar que en verano de 2023 el Parlamento Europeo denunció la inhabilitación de los principales candidatos de la oposición venezolana y la injerencia del régimen de Maduro de cara a los comicios de 2024.
Giro en la política hacia Venezuela tras suavizarse las sanciones
El pasado mes de octubre se produjo un punto de inflexión en las relaciones entre EEUU y Venezuela. Recordemos que ambos gobiernos llevan tiempo enfrentados y ello ha valido para que el primero establezca una serie de sanciones internacionales sobre el segundo. Entre otras cosas, se vigilan con celo tanto las exportaciones como las importaciones, aunque bien es cierto que las licencias para que empresas norteamericanas como Chevron exploten los recursos del país se renuevan año tras año.
En cualquier caso, la pátina de maquillaje con la que se enmascaran estas licencias ya no será necesaria. Washington ha decidido relajar sus sanciones contra la dictadura una vez que Nicolás Maduro ha llegado a un acuerdo con la oposición. El anuncio oficial indicaba lo siguiente:
“Estados Unidos celebra la firma de un acuerdo de hoja de ruta electoral entre la Plataforma Unitaria y los representantes de Maduro. En consonancia, el Departamento del Tesoro de EE.UU. autoriza las transacciones relacionadas con el sector de petróleo y gas, y el sector del oro de Venezuela, así como la eliminación de la prohibición de comercio secundario”
Esto ha supuesto una euforia para empresas extractoras de todo el mundo, al tiempo que un alivio para economías dependientes como la europea. Cabe recordar que la Unión está en plena reconfiguración de sus proveedores, y Venezuela con sus enormes reservas de petróleo sería buen candidato.
Comienzan los movimientos corporativos
Hasta donde sabemos, la estatal PDVSA ya está en conversaciones con varias empresas que se encargarían de procesar y/o exportar crudo a Europa, entre otras ubicaciones. Una de ellas es Refineria di Kòrsou, que acaba de suscribir un acuerdo para empezar a refinar el petroleo venezolano.
En un asunto parecido encontramos a la española Repsol, que ya ha recogido el acuerdo con PDVSA para reactivar la empresa conjunta Petroquiriquire SA. Dicha empresa tiene como objetivo explorar los que para Repsol son sus mayores yacimientos participados.
Por último, podemos mencionar también a la italiana ENI, que junto con la mentada Repsol se va a encargar del transporte de crudo a Europa y también del suministro de gas.
¿A cuánto ascienden las reservas de petróleo venezolano?
Según datos de la OPEP recogidos por ElEconomista, el país con las mayores reservas de petróleo probadas del mundo sería Venezuela, con una cifra total que asciende al menos a 303.000 millones de barriles.
En segundo lugar aparecería Arabia Saudí, cuyas reservas se cifran en 262.000 millones de barriles. Irán por su parte tendría la tercera posición con 208.600 barriles de petróleo confirmados.
Este dato evidencia la gran importancia que tiene para el sector petroleo los acuerdos con el régimen dictatorial venezolano. A pesar de las desavenencias políticas y las denuncias en materia de derechos humanos, lo cierto es que las economías occidentales siempre estarán tentadas de estrechar lazos con Caracas a fin de poder asegurarse un suministro suficiente de crudo.