Las carreras informáticas han sido, sin lugar a dudas, las precursoras del cambio tecnológico en la segunda mitad del siglo XX. El estudio de esta disciplina se suele asociar a un futuro asegurado, pues son muchas las salidas que ofrece dentro de un mercado laboral altamente informatizado. De hecho, según la Oficina de Estadísticas Laborales, este nicho crecerá un 23% en la próxima década.
No obstante, parece que hay voces autorizadas que consideran un futuro un tanto incierto. Es el caso del CEO de NVIDIA, Jensen Huang, quien se ha expresado escéptico en numerosas ocasiones. A su entender, Huang piensa que los títulos de programación pueden ser cosa del de otro tiempo y todo ello a causa de la revolución que supone la IA.
El pasado mes de febrero, Huang participó de un encuentro en la Cumbre Mundial de Gobiernos celebrada en Dubai. Allí tuvo la ocasión de debatir con el Ministro de Inteligencia Artificial de los Emiratos Árabes Unidos. Dicho debate lo tenemos recogido en el siguiente video:
En un momento dado, el Ministro preguntó a Huang a propósito de qué carrera debería estudiar un niño que se quiera preparar para el futuro. La respuesta fue la siguiente:
“En la última década, casi todos los oradores que han subido a este escenario han enfatizado que es importante que los niños aprendan informática, que sepan programar. Sin embargo, la situación actual es casi la contraria: nuestro trabajo es crear tecnología informática para que nadie necesite programar.”
Como resulta lógico, dicha respuesta causó la sorpresa de los asistentes.
El razonamiento detrás de esta lógica
La respuesta de Huang estaba más que fundada por los hechos. Su empresa, NVIDIA, lanzó recientemente el paquete de modelos de IA bautizado como NIM. Dicha herramienta está pensada para que las empresas puedan crear su propio software sin experiencia en codificación.
Pero no sólo se trata de los desarrollos de NVIDIA. Los investigadores de empresas directamente competidoras están sacando paquetes de programación similares. Por ejemplo, Microsoft lanzar AutoDev, que en síntesis es una suerte de plataforma que puede completar automáticamente proyectos de desarrollo de software complejos. Para ello se serviría de la IA, por supuesto.
Otro caso significativo es el de Devin AI, un desarrollo de Cognition. Éste se especializa en proyectos de codificación en solitario, cuyo target son aquellas empresas que necesiten programas desde cero. Vemos incluso que existen chatbots al estilo de Gemini, ChatGPT o Claude, que ya coadyuvan con tareas de programación básicas.
¿Desaparecerán entonces la carreras informáticas?
Las palabras de Huang cabe matizarlas. En realidad, lejos de considerar que los puestos en carreras informáticas van a desaparecer, lo cierto es que cambiarán de función.
La industria va encaminada a crear equipos Maestros de IA que a su vez sean capaces de desplegar bots más pequeños para tareas más sencillas. Esto supone que el el rol del programador se abstendrá de dichas tareas simples, centrándose en la coordinación entre las distintas IA.
En la charla a la que antes hemos aludido, Huang añadía:
“Ahora todos, en todo el mundo, pueden ser programadores. Este es el milagro de la inteligencia artificial. […] Por primera vez, hemos cerrado la brecha tecnológica.”
Será pues momento de reinventar el papel tradicional de las carreras informáticas para darles una dimensión mucho más holística.
NVIDIA sigue disparada a la luz de los nuevos desarrollos
Sin duda la mejor carta de autoridad para una figura como Jensen Huang son los excelentes resultados que está obteniendo su compañía. NVIDIA se ha convertido por méritos propios en el paradigma de empresa de inteligencia artificial, y con ello su cotización se ha visto impulsada.
Si el pasado 2023 se convirtió en el valor estrella dentro del selecto club de los Siete Magníficos, en este 2024 parece querer seguir la misma estela. Desde que comenzó el ejercicio, en cómputo YTD las acciones de NVIDIA han logrado rebasar el +93% de rentabilidad, situándose en una dinámica de soporte tangencial alcista que se muestra sólido aún con una pequeña ruptura los días 20 y 21 de febrero:
Por o que respecta al resto de indicadores, el DMI muestra un gap lo suficientemente amplio como para sostener la evolución de la acción al menos en el corto plazo. El RSI linda peligrosamente con los niveles de sobrecompra, sin embargo hemos visto en el pasado cómo ello no se ha traducido más que en pausas breves, sin que exista propiamente una recogida de beneficios.
Al ritmo de lanzamientos que marca la compañía, lo lógico es pensar que la tendencia se mantenga, si bien puede que rebaje la intensidad de su crecimiento. Con 2,36 billones de dólares de capitalización y una acción por encima de 950 $, lo lógico es pensar que el split sea el siguiente paso para coger fuerza y mantenerse en liza.