La jornada de ayer iba a poner a prueba la tónica con la que se inauguraba el mes de noviembre. Los analistas celebraron el Día de Todos los Santos con la vista puesta a la decisión de tipos de interés que iba a publicar la Reserva Federal, seguida del tradicional speech del presidente del organismo, Jerome Powell.
Por suerte, ambos cumplieron con lo esperado. Por segunda vez consecutiva, al entidad decidió mantener los tipos de interés en los niveles actuales y además ha dado a entender que las decisiones que vaya tomando irán al día, de reunión en reunión. Con ello, el fantasma hawkish parece ir poco a poco alejándose y los mercados ya han comenzado a celebrar.
Un tono cauto en el comunicado emitido por la FOMC
Como de costumbre, el informe que emite el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) contiene no sólo el hecho explícito de la decisión de tipos, sino especialmente un relato que nos habla de la visión de conjunto que ahora mismo hay en la Reserva Federal.
La lectura de dicho informe arroja algunas conclusiones bastante llamativas, y que dan buena cuenta de por qué se ha tomado esta decisión. El organismo es consciente de que las subidas acometidas, tan rápido y en tan poco tiempo, todavía no han cuajado en la economía real, pero pueden ser un problema serio a corto y medio plazo:
“Es probable que el endurecimiento de las condiciones financieras y crediticias para los hogares y las empresas afecte a la actividad económica, la contratación y la inflación […] El alcance de estos efectos sigue siendo incierto. El Comité sigue muy atento a los riesgos de inflación.”
En el horizonte se mantiene la idea de reducir la inflación hasta el 2%. En la actualidad podemos observar que el dato de IPC se sitúa en el 3,7%, todavía lejos del objetivo marcado, mientras que el Core IPC (es decir, inflación descontando energía y perecederos) se mantiene en el 4,10%.
¿Por qué se toma esta decisión con una economía que crece un 4,9%?
Hay quien piensa que la noticia no se corresponde con la imagen que desde los indicadores oficiales se está dando. De hecho, el último dato de PIB conocido en Estados Unidos sitúa el crecimiento en un 4,9 % anual, lo que a simple vista nos invita a pensar que la política monetaria lejos de enfriar la economía está potenciándola.
Dicho dato esconde un truco, del cual ya se han percatado los economistas, razón por la cual cuando se publicó la cifra su impacto apenas tuvo relevancia en el mercado. Yendo al detalle, podemos ver que el PIB crece, entre otras cosas, por un aumento del gasto público del 4,6%, especialmente condicionado por el 8% que crece el gasto en defensa.
Recordemos que, desde el inicio de la invasión de Ucrania, la ayuda militar que se ha brindado a Kiev ha sido en forma de armamento. El complejo militar industrial norteamericano es el que más beneficio está sacando de la contienda, aunque sea a costa del contribuyente estadounidense.
Luego hay un segundo dato que es el que más preocupa a los analistas, y es que el exceso de ahorro que vimos tras la pandemia se ha volatilizado completamente. Los ciudadanos han tenido que tirar de ahorros para afrontar el encarecimiento general de precios, y ahora que las reservas se agotan se va a ver efectivamente reducido el consumo.
Además, según recogía recientemente un artículo de la CNBC, el 62% de los americanos está viviendo al día (paycheck to paycheck) a causa de las fuertes presiones económicas. Por lo tanto, es evidente que hay una gran diferencia entre la economía oficial, es decir la de los informes y los grandes datos, y la economía real, la de las personas.
Impacto en los mercados tras la decisión de la Reserva Federal
La decisión de la Reserva Federal ha tenido impactos evidentes en múltiples aspectos. Por el momento, podemos observar que los futuros sobre los índices europeos y norteamericanos viene en positivo, advirtiendo de lo que promete ser una jornada de crecimiento.
Por otro lado, el oro y la plata también han registrado crecimientos, del +0,40% y +1,30% respectivamente. También las criptomonedas, y en especial al Bitcoin, habrían acogido de buen agrado la noticia.
El único indicador que, evidentemente, ha reaccionado a la baja a sido el US Dollar Index, índice que mide de forma ponderada el comportamiento que presenta el dólar estadounidense frente a las otras grandes divisas fiat del mercado. En este momento, el retroceso de dicho índice se encontraría en el -0,41%.