La creciente tensión en el mar de la China está provocando importantes cambios en la planificación empresarial de compañías como TSMC, líder mundial en la fabricación de chips. Esta empresa forma parte del triunvirato que domina la industria de semiconductores, formada por ASML (quien construye las máquinas de fabricación), NVIDIA (que diseña los chips) y TSMC (que se encarga de producirlos).
Actualmente TSMC ya cuenta con tres plantas de producción fuera de la isla de Formosa. Concretamente posee una en Washington y dos en la China continental, en Shanghái y Nanjing. Sin embargo, la empresa considera que los riesgos que hay frente una potencial hostilidad desde Pekín obligan a acelerar los planes de expansión, con el objeto de deslocalizar al máximo la producción.
A nivel geopolítico, no se valora por el momento una invasión directa de la isla. No obstante, bien es sabido que China considera a Taiwan parte de su territorio, y cada vez que tiene ocasión aprovecha para hacer maniobras militares o violar el espacio aéreo. Con todo, quizás un primer movimiento pudiere ser un bloqueo marítimo. En ese caso, si TSMC no cuenta con plantas en el extranjero, el impacto sería terrible tanto para la isla como para el mercado mundial de chips.
Un pie en Japón y próximamente en Europa
Dentro de su estrategia de diversificación, el pasado 28 de febrero TSMC inauguraba su primera planta en Japón. Concretamente ha sido en Kikuyo, en la prefectura de Kumamoto. Sabemos de antemano que no será la única, pues la empresa tiene previsto levantar otra de cara a 2027, aunque por el momento desconocemos la localización exacta.
La factoría recién estrenada ha tenido un coste de 8.600 millones de dólares y está pensada para la fabricación de dispositivos que se empleen en automoción e industria. Estará operada por una nueva empresa llamada Japan Advanced Semiconductor Manufacturing (JASM), de la cual TSMC posee el 86,5% y el resto se reparte entre Toyota, Sony y Denso.
Esta operación se ha podido aprovechar de un plan de estímulos impulsado por la propia economía nipona, la cual pretende revitalizar su industria tecnológica con subsidios cifrados en más de 3.000 millones de dólares.
Además de Japón, TSMC cuenta con planes para expandirse en otras zonas. Actualmente construye una planta en Dresde, Alemania, siendo la primera en terreno europeo. También levanta una en Arizona, que daría soporte a la que actualmente tiene el Washington.
Excelentes números para TSMC
Como compañía, cabe señalar que TSMC está teniendo un desempeño notable. Sin ir más lejos, la semana pasada TSMC anunció un aumento del 16.5% en sus ingresos del primer trimestre, superando holgadamente las expectativas del mercado. Si tomamos las proyecciones de cara a los próximos 12 meses, vemos que incluso la más pesimista sitúa al precio por encima de su valor actual, hasta los 145 $. En el mejor de los casos, la revalorización potencial ascendería hasta 180 $, lo que supone crecer un+28% desde el nivel que cotiza hoy:
Los analistas señalan a la fuerte demanda de chips avanzados, especialmente aquellos pensados para IA, como principal motor de crecimiento. De hecho, empresas como Apple o NVIDIA confían a TSMC el grueso de su producción. Gracias a ello se ha podido suplir la caída en la fabricación de dispositivos electrónicos básicos.
¿Cómo está siendo el comportamiento en bolsa?
Con un crecimiento YTD por encima del 36%, TSMC se encuentra ahora mismo en una buena situación para con su análisis técnico. Podemos observar en primera instancia que rebasa a sus medias móviles a 50, 100 y 200 sesiones, lo cual es un excelente punto de partida para trazar su rumbo próximo:
Por otro lado, observo que el RSI se mantiene en la mitad creciente y además a bastante distancia de la sobrecompra. Esto me hace ser positivo de cara a pensar en una revalorización tranquila y sin dientes de sierra propios de un exceso de volatilidad. Además, el DMI también rebasa al indicador, coadyuvando en la tendencia alcista:
Con su actual configuración, no sería de extrañar un primer salto hacia los 160 $ y más adelante, con la ambición propia de un rally alcista, procurar alcanzar los 188 $. Se trata de un objetivo de difícil acceso, pero dado que hemos logrado rebasar los máximos ATH y que además la demanda de chips para IA es creciente, considero que no es descabellado contar con ello.
Esperemos que las tensiones geopolíticas no lleguen para descalabrar un valor que evidentemente está en auge y sabe aprovechar su dominio de mercado.