Sin duda alguna las acciones de NVIDIA se han convertido en un fenómeno bursátil. Con una capitalización que ya alcanza los 2,2 billones de dólares, el fabricante de chips por antonomasia pretende dar batalla con la presentación de su nuevo hardware.
Su nuevo chip B200, recién presentado en el mercado estrena la arquitectura conocida como Blackwell, pionera absoluta entre la competencia. Como rasgo distintivo, decir que puede alcanzar 20 petaFLOPS de rendimiento FP4. De entre los potenciales consumidores de este procesador, Amazon Web Services, Dell Technologies, Google, Meta, Microsoft y OpenAI. Oráculo. Tesla y xAI son nombres fijos en la quiniela.
Tras el anuncio, no son pocos los analistas que consideran que este movimiento vuelve a situar al valor en el punto de mira de los inversores. Aún y a pesar de que ha habido un crecimiento exponencial de las acciones de NVIDIA en los últimos 18 meses, existe todavía margen suficiente para que el inversor rezagado busque su rédito en el corto plazo. Vamos a desvelar los detalles que nos indica el valor en cuestión.
¿Qué nos muestran las acciones de NVIDIA?
Las acciones de NVIDIA han sido sin duda las grandes beneficiadas del pasado año, con una revalorización superior al 200%. En el presente ejercicio no existe demasiada distinción, pues el valor marca un crecimiento de más del 78% sin apenas despeinarse:
Si efectuamos una lectura técnica de las acciones de NVIDIA podemos observar cómo el valor está notablemente por encima de sus medias móviles a 50, 100 y 200 sesiones. Esto nos otorga un punto de autoridad, en tanto que encontramos un evidente catalizador que nos empuja al crecimiento por encima de cualquier otro resultado:
A pesar de haber mantenido un crecimiento importante, lo cierto es que los recortes que hemos visto en los últimos días han servido para que el RSI adopte una posición de calma. Después de tocar la sobrecompra, dicho indicador ha vuelto a la postura simplemente de crecimiento, lo cual es idóneo para todos aquellos valores que están buscando adaptarse a una dinámica expansiva aún y con las vicisitudes de un exceso de demanda:
Trasladando la foto a las bandas Bollinger, podemos observar que todavía estamos dentro del tramo creciente y siquiera existe atisbo alguno de estrechar la sombra, lo que podría suponer un futurible cambio de tendencia. El MACD en cambio sí que se presenta más negativo, a pesar de lo cual para nosotros sigue siendo un indicador que no abandona terreno alcista y que pudiere darse la vuelta antes de alcanzar la contracción.
Proyección de NVIDIA
Vista la lectura de los anteriores indicadores, nos interesa efectuar una proyección del potencial precio que pudiere alcanzar la cotización de NVIDIA en el corto y medio plazo.
Vamos a mantener el trazado alcista como el más factible, dando por buenas las premisas de demanda e indicación del precio. Si nos atenemos a lo que la gráfica proyecta, la tangencial alcista sigue siendo la tónica que vamos a tener como referencia:
Si proyectamos el precio potencial de NVIDIA en base a sus resultados pasados, podemos observar cómo la resistencia inmediata la hayamos en la barrera psicológica de los 1.000 dólares por título. No es descabellado pensar que incluso antes de alcanzar dicha cota la propia empresa se plantee un split de sus acciones, dividiendo el capital unitario de cada valor para que los inversores interesados puedan acceder a la compra. Sea cual sea el próximo movimiento, el inversor sabrá apreciar valor en el título.