Tras un largo periplo para hacerse con el control de la compañía aérea, finalmente hemos conocido que IAG ha trasladado a la Comisión Europea la compra del 100% de Air Europa. Dicha adquisición la efectuará Iberia, una de las empresas del grupo, y el desembolso total efectuado asciende a 500 millones de euros.
Se cierra así una operación que se inició en el año 2019 y que se vio aplazada a causa de la pandemia. Los últimos flecos que faltaban por resolverse tenían que ver con los remedies, en especial con las rutas de las que IAG tendría que desprenderse para no incurrir en prácticas monopolísticas.
En la jornada de ayer lunes, la multinacional presentó su plan a Bruselas confiada de que obtendrá la aprobación. Con todo, confía que para el próximo ejercicio 2024 la adquisición esté plenamente completada.
“Hemos trabajado estrechamente con la Comisión Europea desde el anuncio de la operación y propondremos un ambicioso y amplio conjunto de remedies después de haber escuchado sus puntos de vista. Tras esta labor exhaustiva preparatoria, trabajaremos intensamente para que el acuerdo se cierre lo más rápido posible en 2024”
Luis Gallego, CEO de IAG
Del importe total de la operación, la aerolínea ya desembolsó un 20% (100 millones de euros) en forma de préstamo participativo convertible en el año 2020. El 80% restante está previsto que se liquide de forma escalonada: un 40% tras la aprobación, un 20% en acciones de IAG y otro 20% en efectivo. En la actualidad, el accionariado de Air Europa que no posee Iberia está en manos de Globalia.
Una oferta que la Comisión Europea no podrá rechazar
Para que la compra se culmine, es necesario que IAG aplique unos remedies en donde se desprenda de parte de sus activos y los ceda a otros operadores. Este tipo de prácticas suelen exigirse desde Bruselas cuando se procede a la adquisición o fusión de grandes compañías, sobre todo en sectores clave. Recientemente lo hemos visto por ejemplo con la unión de Orange y MásMóvil.
En este caso, aunque el detalle del paquete de remedies ofertado por IAG es confidencial (se desvelará tras la aprobación) sí que conocemos algunos detalles. No sólo se habría incrementado el número de rutas que cederá la compañía, sino que también se incluirían parte de los slots (permisos de aterrizaje y despegue) que posee. Esto, como no podía ser de otra forma, ha despertado fuertemente el interés de empresas rivales como Ryanair o Volotea.
Además, la propuesta de IAG incluye convertir Madrid – Barajas en una suerte de hub intercontinental, donde haya una mayor presencia de compañías extranjeras. Cabe recordar que en la actualidad dicho emplazamiento está prácticamente dominado por IAG, teniendo incluso Iberia una terminal propia (la T-4).
Los beneficios que IAG extrae de la operación
Según ha revelado la propia compañía, una vez culminada la operación serán muchas las ventajas que se obtendrán. Se estima que los empleos que se generen oscilen entre 1.250 y 1.800, al tiempo que se incrementará el tráfico en el aeropuerto de Madrid-Barajas. La multinacional ha declarado:
“(La operación) aportará beneficios económicos directos e indirectos, creará puestos de trabajo de calidad, hará crecer el turismo tanto en número total como en calidad, generará más ingresos aeroportuarios e impulsará el negocio de carga aérea”
Se espera que, fruto de la operación, se generen hasta 500 rutas nuevas, destacando 9 que unirán España y Asia. Al mismo tiempo, se mejorarán las frecuencias existentes, optimizando también los costes y los tiempos de espera entre escalas. En definitiva, todas las áreas de negocio experimentarán una potente mejoría.
Eso sí, de cara a la integración de Air Europa, IAG tendrá que hacer frente también a la deuda de la misma. Cabe recordar que, entre otras cosas, la empresa cuenta con un crédito participativo de la SEPI por valor de 475 millones de euros. Sumado al resto de pasivos de la compañía, el monto total asciende a cerca de mil millones de euros, una cifra nada desdeñable.
¿Cómo ha sido el año para la acción de IAG?
Si bien la empresa todavía se encuentra un -60% por debajo de sus niveles pre pandemia, en este año ha sido capaz de anotarse un crecimiento superior al +22%. Eso sí, con importantes oscilaciones de precio que le han convertido en uno de los stocks más volátiles del IBEX 35:
En lo que respecta a la consideración de los analistas, según los datos recogidos en Expansión podemos ver cómo entidades como JP Morgan tienen una excelente opinión sobre el valor. Así, en la última publicación del 31 de octubre, este banco otorgó a la aerolínea un potencial de crecimiento del +51,43% hasta los 2,80 € por acción.