El precio del petróleo podría situarse sobre los 60 dólares en 2024

Parece que la influencia de la OPEP+ no es suficiente. A pesar de haber anunciado hace escasas semana que iba a mantener su actual recorte de 2,2 millones de barriles diarios, el precio del petróleo no ha reaccionado y se sigue manteniendo en niveles de 78 $ para el WTI y 72$ para el Brent. Detrás de esta ineficacia en los recortes encontraríamos la respuesta de un mercado cada vez más diversificado y repartido, con EEUU marcando niveles récord de producción.

Precisamente gracias a la continua mejora del sistema de extracción por fracking que se practica en Norteamérica, el país ha logrado alcanzar un cierre estimado de 12,9 millones de barriles en 2023. En la gráfica siguiente podemos comprobar cómo se ha logrado revertir, e incluso sobrepasar, los niveles previos a la pandemia:

Detalle de evolución en la producción de petróleo / Fuente: EIA

Lejos de minorar o detenerse, parece que la tendencia extractiva seguirá incrementándose en EEUU. Existen zonas concretas, como la Cuenta Pérmica o la Formación Bakken, en donde están aterrizando grandes empresas como EXXON o Chevron con el objeto de participar del festival de crudo que hay bajo sus pies.

La sobreabundancia de petróleo no sería exclusiva de Estados Unidos. En este año también hemos podido comprobar cómo Brasil ha incrementado su producción un 16,7% en tasa interanual, así como también Nigeria. Es precisamente el cambio de comportamiento de éste último, en contra del criterio de sus socios de la OPEP+, lo que está motivando un posible cambio de opinión de Arabia Saudí en el corto plazo. Si el país oriental decide inundar de crudo el mercado, todo apunta a que el precio del petróleo quedará en un rango próximo a los 60 $ en el próximo 2024.

Las tensiones geopolíticas no sirven para sostener el precio

Un aspecto clave que históricamente ha estado detrás de la configuración del precio ha sido la oferta. Ésta, en el tema del petróleo, venía determinada por la situación geopolítica de los países árabes, como bien recuerda la crisis del petróleo de 1979 en medio de una guerra entre Irán e Irak.

Si bien es cierto que la invasión de Ucrania por parte de Rusia tuvo sus efectos negativos, parece que la nueva configuración de países productores ofrece una resiliencia nunca antes vista. Fijémonos por ejemplo en lo acontecido en Israel, cuando tras el ataque de Hamás del 7 de Octubre se pensó en que habría importantes repercusiones en el crudo dada la proximidad al estrecho de Ormuz. Por suerte, eso tampoco ha ocurrido.

La clave, por tanto, se ha trasladado de la geopolítica al consumo. Es decir, el precio deja de estar dominado por la oferta y pasa a estarlo por la demanda, cosa que antes no ocurría, perdiendo la OPEP+ el poder de fijación que antes tenía. Podemos verlo con las noticias recientes: a finales de noviembre es cuando se produjo la reunión de la OPEP+ en donde varios países extendieron sus recortes.

Sin embargo, el efecto ha resultado completamente nulo en el momento en que la AIE de un crecimiento de la demanda china de 1,8 millones de barriles diarios en 2023 y éste “sólo” a sido de 1,21 millones.

A esta situación no ayuda el hecho de que se hayan revisado a la baja las expectativas de crecimiento de China de cara al próximo año. Por lo tanto, es muy probable que el precio del petróleo se siga manteniendo en un rango bajo o incluso experimente más bajadas, toda vez que está en duda si EEUU y la UE entrarán finalmente en recesión en 2024.

La relajación del precio del petróleo da un respiro a la inflación

Como bien sabemos, el coste de la energía es uno de los factores que se tienen en cuenta dentro del cálculo de la inflación. De hecho, hasta tal punto se sabe que puede condicionar el dato que paralelamente se publica la información descontando su presencia, en lo que se viene llamando IPC Core o Inflación subyacente.

Lejos queda ya aquel 20 de abril de 2020, cuando en medio de una pandemia nunca antes vista el barril de petróleo llegó a cotizar en negativo. La situación cambiaría drásticamente en 2022, momento en el que vimos tanto al West Texas como al Brent recurrentemente por encima de los 100 $ por barril. En la gráfica siguiente podemos seguir la evolución de ambos:

Detalle de evolución del precio del petróleo según los barriles WTI y BRENT / Fuente: TradingView

Eran tiempos en los que el dato de inflación se desbocó, alentado entre otras cosas por la guerra de Ucrania, y el Real Decreto 6/2022 aplicó un descuento de 20 céntimos por litro de combustible. Por suerte para la economía doméstica, tal tiempo parece haber quedado ya para el recuerdo.

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