En la naturaleza humana convergen tendencias que se repiten vez tras vez. Lo mismo puede ser la avaricia, que suele traducirse en burbujas, como el escepticismo, que hace ver burbujas donde no las hay. En este contexto, los 7 magníficos de Wall Street se encuentran en el punto de mira, para un sentimiento y el contrario.
Este grupo de selectos, a saber Microsoft, Meta, Tesla, Amazon, Alphabet, NVIDIA y Apple, han sido los artífices de buena parte del crecimiento que los grandes indices americanos, especialmente el S&P 500, han demostrado en 2023. Así, mientras que el mayor índice del mundo se revalorizaba un +24%, todas las empresas antes mentadas batieron esta marca.
Dicho comportamiento supuso un fuerte empuje a los datos agregados del índice, añadiendo entre las siete más de 5,2 billones de dólares al mismo. Sólo en enero del presente año, los Siete Magníficos de WallStreet han sido los encargados del 48% del crecimiento del S&P 500. Es más, si de la ecuación nos hubiésemos quedado con seis, excluyendo a Tesla por sus fuertes caídas, el impacto sería del 71% para con el índice.
Así, en la siguiente gráfica podemos ver cómo la ponderación desigual del S&P 500, favoreciendo a las grandes empresas, ha hecho que el crecimiento del índice sea mucho mayor frente a la versión equiponderada:
Puesto en precio, el S&P 500 igualado supone, partiendo de 100 $, un crecimiento desde el 2003 hasta los 841 $. Sin embargo, la distribución real del índice ha logrado que el crecimiento llegue a los 995 $.
¿Pueden los 7 Magníficos de WallStreet devenir en una burbuja?
Con la vista puesta en lo que ocurrió durante la crisis de las puntocom, hay analistas que consideran que el crecimiento desmesurado de estas empresas puede ser la antesala de una fuerte corrección. A este respecto, si bien es cierto que nadie tiene una bola de cristal, sí que hay argumentos que puede ayudarnos a disipar esos miedos.
Una de las últimas actualizaciones que ha querido proporcionar la casa de inversión Julius Bär se enfoca precisamente en comparar ambos periodos. Así, el mentado informe desvela que estas empresas cotizan a la mitad de valoración de como lo hacían las de las puntocom y generan el doble de rendimiento.
Además, también es importante ver la situación actual en la que se mueve la economía. Nos encontramos en una fase en la cual los bancos centrales se preparan para una relajación monetaria, tras haber emprendido este tiempo atrás un endurecimiento desmesurado.
En una nota emitida por el estratega de Goldman Sachs David Kostin, el analista evidenció que el crecimiento de ingresos de los 7 Magníficos de WallStreet era lo que iba a darles un sustento de cara a futuro:
“De cara al futuro, esperamos que el crecimiento de los ingresos sea el principal impulsor de la rentabilidad de las acciones de los 7 Magníficos. El consenso ascendente espera que las siete empresas aumenten colectivamente sus ventas a una tasa compuesta anual del 12% hasta 2026, en comparación con una tasa compuesta anual del 3% para las 493 (empresas del S&P 500) restantes”
Es decir, debemos de estar atentos a que se cumplan las expectativas de crecimiento para seguir confiando en las grandes tecnológicas.
Reinvertir para crecer
Kostin además incidió en el factor clave que supone la reinversión de los ingresos como forma de apuntalar la viabilidad futura. En su mismo análisis, tomó los datos de las cinco empresas que marcaron la era de las puntocom (Microsoft, Cisco, General Electric, Intel y Exxon) y llegó a la siguiente conclusión:
“Una diferencia significativa entre los 7 Magníficos y los 5 valores de la burbuja puntocom es su inclinación a reinvertir para crecer. Los 7 Magníficos reinvierten el 60% de su flujo de efectivo de operaciones a través de gastos de capital de crecimiento e I+D. Esta tasa de reinversión es más del doble del 26% de las empresas de las puntocom y aproximadamente el triple que el S&P 493.”
A continuación podemos ver la tabla en de la cual Kostin extrajo los datos:
En BofA son más cautos
Desde Bank of America tienen una opinión mucho más conservadora al respecto, y prefieren pensar en una potencial recogida de beneficios que, si bien no suponga un estallido de burbuja, sí pueda penalizar las expectativas positivas del 2024. Así, en su famoso indicador Bull&Bear, BofA nos sitúa en el 6,8 sobre la escala de 8, siendo el valor más alto un indicativo de que el mercado está sobrecomprado:
También nos señala el organismo el ratio de Divergencia que existe entre el Nasdaq 100 y el Rusell 2000. Recordemos que el Russell es el índice de las mid-cap estadounidenses, y toma el pulso al tejido empresarial que queda más allá de los grandes títulos. Este ratio está ahora mismo situado en zonas de máximos, nuevamente al nivel a partir del cual comienza el rally de noviembre.
Bien hay que decir que este indicador no tiene necesariamente que revertirse por una pérdida de fuerza de los 7 Magníficos. Basta con que el resto de empresas del sector se suba a la ola de crecimiento que los grandes valores han desencadenado y logren posicionarse con la rentabilidad que no obtuvieron estos meses atrás.