Del profesor y presidente de Roubini Global Economics, Nouriel Roubini, quedó la frase: “Tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas”. Parece ser que Netflix está en esta tesitura y a razón de ello acaba de anunciar 300 nuevos despidos y una nueva organización de los contenidos, empezando por la introducción de anuncios Netflix.
Esta reducción de plantilla supone aproximadamente el 4% del total de fuerza laboral que ahora mismo emplea la compañía, y se suma a los 150 despidos que ya efectuó el pasado mes de mayo.
Por otro lado, la empresa se ha decidido a introducir publicidad dentro de la gama más baja de sus planes de suscripción para poder así rebajar los costes, tal y como indicó uno de sus máximos responsables durante el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions:
Un valor en caída libre, ¿una oportunidad para los rezagados?
Los despidos de Netflix sin duda son una vía relativamente rápida para volver a enderezar las cuentas y lograr así un ajuste en los costes que permita no tener que cargarlo todo en las cuotas de los espectadores.
No es extraño que los despidos se produzcan entre la plantilla de EEUU, no sólo porque es más numerosa sino porque también allí la legislación laboral es más flexible. De hecho han habido otras compañías como Coinbase que han recurrido recientemente al despido para enderezar una mala situación.
En la actualidad la acción de Netflix cotiza en la zona de los 181 $, lo que supone una merma del -69,58% desde inicios de año y del -73,68% desde máximos:
El calvario de Netflix empezó en febrero, cuando anunció la pérdida de 200.000 suscriptores y una pérdida potencial de otros 2.000.000 de suscriptores en los meses siguientes.
Según la empresa, las pérdidas vendrían dadas por la guerra en Ucrania, la competencia de otras plataformas como HBO o Disney+, por no hablar de Prime Video. De hecho Amazon ha experimentado fuertes subidas gracias al espaldarazo que su servicio Prime ha recibido, siendo las acciones Amazon una de las recomendaciones de compra más repetidas por los analistas.
¿Y si el problema es el contenido?
Sin embargo, otros analistas achacan la pérdida de publico a un exceso de revisionismo dentro de los contenidos, con ciertas cuotas de inclusión que en ocasiones poco tienen que ver con la narrativa de la serie o película.
Por lo que respecta a los expertos en materia audiovisual, también se ha dicho que la empresa se ha excedido en cuanto a número de producciones, tratando de generar volumen de contenidos y no tanto calidad. Igualmente el algoritmo que utiliza la empresa para recomendar títulos no parece ajustarse mucho a las inquietudes o intereses de los expectadores.
Grandes estrenos a la vista
Frente a un panorama gris, la empresa tiene puestas las esperanzas en próximos lanzamientos que prometen ser un éxito de audiencia, logrando así reencontrarse con el espectador.
Es el caso por ejemplo de la segunda temporada de “El Juego del Calamar” en Netflix. La serie coreana logró en sólo 17 días superar la barrera de los 111 millones de espectadores en todo el mundo, récords que hasta la fecha ostentaban “Los Bridgerton” con 82 millones de espectadores.
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