Comienza a vislumbrarse la calma después de la tormenta. Según hemos podido conocer a través de las publicaciones diarias del Bando de España, el Euríbor ha comenzado a retraerse. Excelente noticia para aquellos que cargan con una hipoteca a tipo variable, pues en los últimos tiempos se habían visto afectados por el doloroso incremento de la tasa y su reflejo en las cuotas del préstamo.
La tasa diaria de ayer, día 20 de diciembre, se situó al filo del 3,6%, haciendo que poco a poco la media de diciembre se aproxime al 3,7%. Esto no deja de ser interesante en tanto que el cierre del mes de noviembre dejó el indicador en 4,276 %.
Este movimiento viene provocado por la convicción general del mercado de que los tipos de interés oficiales bajarán durante el próximo año, tal y como han dejado caer tanto la FED como el BCE.
Para que este fenómeno de reversión se produzca, el dato más importante a tener en cuenta es la evolución de la inflación. Por suerte, a raíz de la aplicación de la política restrictiva el IPC se ha moderado, siendo del 2,4% en su última publicación de noviembre.
Lo que quedará por ver es el ritmo de dichas bajadas. En 2022 vivimos una situación sin precedentes, con subidas que rozaron el punto porcentual de un mes para otro, especialmente en verano. Aunque lo que toca ahora es el descenso y la vuelta a la normalidad, se antoja complicado que el euribor descienda con la misma velocidad que subió.
¿Qué es el euríbor?
Aunque erróneamente se piensa que el euríbor es uno más de los instrumentos del BCE, lo cierto es que no es así. Sí que guarda una estrecha relación, en tanto que las tasas oficiales del banco central inciden directamente sobre su configuración.
El euríbor obedece al acrónimo de “Euro Interbank Offered Rate“, una tasa que mide el interés de los préstamos interbancarios en Europa. Es decir, los préstamos a corto plazo que se hacen entre sí los bancos para poder financiar operaciones de sus clientes.
Para obtener el euríbor, se pide la participación de diferentes entidades bancarias. La composición del llamado “Panel Banks” consta actualmente de un total de 19 nombres, entre los que podemos ver entidades como Banco Santander, BBVA, BNP Paribas, ING, Deutsche Bank o Unicredit.
La referencia del euríbor se publica diariamente, y son los bancos centrales de cada país los encargados de dar dicha información. En nuestro país, el Banco de España emplea el Boletín Oficial del Estado para dar a conocer la cifra actualizada.
¿Por qué es importante el euríbor?
El euríbor goza de un interés clave a la hora de conformar los créditos en nuestro país, especialmente los créditos a largo plazo. Mientras que el crédito al consumo suele conformarse con una tasa de interés fija, en tanto que su duración máxima no suele exceder los 8 años, el crédito hipotecario sí que hace uso del euríbor para ir adaptándose al paso del tiempo. Cabe señalar que, con datos de 2021, la duración media de las hipotecas en España es de 24 años.
De este modo, el grueso de las hipotecas en España se fija a tipo variable, lo que implica que exista un diferencial que se aplica al dato del euríbor. Dado que éste último evoluciona de manera constante, suele utilizarse una referencia fija a 12 meses que cada año se actualiza.
Cabe señalar que el euríbor no es el único índice que se aplica en las hipotecas. Existen otros índices secundarios como el IRPH, que afectan a cerca de un millón de inmuebles, cuya aplicación no ha estado exenta de controversia. Ya en desuso, otro de los índices alternativos que se aplicaban era el Tipo CECA.
Evolución del indicador euríbor en los últimos años
Quien lleve años con una hipoteca a cuestas sabrá del comportamiento volátil del mismo. Dado que refleja con bastante precisión la política monetaria del BCE y ésta a su vez ha sido altamente dispar, hemos podido ver años con el interés en tasas negativas y en poco tiempo el mismo euribor escalando a posiciones no vistas en 15 años.
Así, como podemos apreciar en la gráfica, en febrero de 2016 el euríbor entró en negativo por vez primera en su historia. Seis años más tarde, al calor de la política de tipos agresiva emprendida por el BCE, la tasa se disparó con fuerza por encima del 4% y ahora es cuando vemos que comienza a moderarse de nuevo.
A pesar de todo y por suerte, el indicador no ha llegado a batir los máximos de 2008, cuando la tasa orbitaba en el entorno del 5,4% de interés.