Desde que llegó al mercado, el Bitcoin ha generado sentimientos abiertamente encontrados: o lo amas o lo odias. Los recelosos de esta tecnología no dejan de considerarlo una burbuja, aún sea cuando hizo máximos en 12.000 $, en 67.000 $ o más recientemente los 73.738 $, donde se sitúa su actual nivel ATH.
La enorme volatilidad que presenta el Bitcoin, y en general en universo cripto, hace que los críticos vean este activo más como una partida en el casino que como un auténtico instrumentos de inversión. Por el contrario, los fieles a la criptomoneda consideran que precisamente es uno de sus puntos fuertes, pues los activos volátiles son también los más rentables.
Entre los férreos defensores del BTC podemos encontrar no sólo a gurús empresariales y del sector tecnológico, sino también del sector financiero. Es el caso por ejemplo de Robert Kiyosaki, autor de Padre rico, padre pobre, quien hace poco instaba a invertir “aunque sea sólo 500 $” en un activo con un potencial de revalorización que ya vaticina en 300.000 $ para finales de año:
BITCOIN on fire. The biggest mistake you can make is to procrastinate. Important to start, even if only for $500. Next stop $300,000 per BC in 2024
— Robert Kiyosaki (@theRealKiyosaki) March 6, 2024
Quizás la postura de Kiyosaki pueda pecar de optimismo, pero no es menos cierto que el desempeño de BTC parece querer darle la razón.
¿Se puede ahorrar para la jubilación con Bitcoin?
Esta quizás sea la cuestión clave, y es la de considerar a Bitcoin como un instrumentos válido para ser tomado en cuenta como activo financiero capaz de generar un capital a largo plazo.
Si los detractores de las criptomonedas están en lo cierto, ahorrar a base apostar en los mercados cripto no sería factible. La jubilación requiere de ciertos requisitos, entre los que están la capacidad de crecer a largo plazo y la estabilidad. Además, en tanto que cada vez vivimos más años, será necesario consolidar un capital lo suficientemente grande como para poder satisfacer nuestras necesidades todo ese tiempo.
Cabe recordar además que la evolución demográfica nos aboca a una auténtica crisis, en donde inevitablemente las pensiones públicas serán insuficientes. Yendo al caso concreto de España, en 1950 había 5 trabajadores por cada jubilado. En el año 2000 el ratio pasó a ser de 3 trabajadores por cada jubilado, y para 2050 se espera que lleguemos a la paridad 1:1. ¿Las causas? pocos nacimientos y avances en la medicina que hace que nuestra vida sea más longeva.
Dicho lo anterior, y por dar respuesta a la pregunta del encabezado, sí que podemos considerar al Bitcoin como un instrumento de ahorro. Al menos bajo las condiciones actuales. Se trata de un activo mesurable, que tiene contrapartida financiera y además una enorme liquidez gracias al elevado volumen de transacciones diarias que realiza. Además, lo más importante, cada vez cuenta con un mayor respaldo legal, lo que hace que el riesgo jurídico se difumine.
Por supuesto, el motivo que nos lleva a invertir en Bitcoin, más allá de nuestra proximidad a los entornos criptográficos, es la rentabilidad. Aquí podemos ver un gráfico de BTC comparado con el S&P 500 y el Nasdaq 100 en los últimos cinco años:
Podemos observar que, en el mismo periodo, el Bitcoin ha crecido un 1.169,72%, mientras que el Nasdaq lo hizo un 134% y el S&P 500 un 76%. Evidentemente, la tasa de crecimiento de la criptomoneda reina es insuperable.
La democratización del acceso es la clave
Es posible que el mayor escollo que encuentra Bitcoin en la actualidad sea su accesibilidad. Por descontado, existen múltiples plataformas DEX y CEX que nos permiten negociar con esta criptomoneda, incluso cada vez más bancos y entidades financieras incorporan servicios de brokerage donde el BTC está presente.
La llegada al mercado de los ETF de Bitcoin ha supuesto un gran avance en este aspecto, pues estos instrumentos de por sí están muy extendidos y cuentan con una enorme fiabilidad para con los inversores más tradicionales. Pero todavía queda camino por delante. Incorporar, aunque sea de forma residual, el Bitcoin en cestas de inversión de fondos y productos de ahorro, será determinante para acabar ligando las criptomonedas a los planes de jubilación.
Consejos para una correcta planificación financiera
A título particular, quien redacta estas líneas lleva más de 12 años dedicado a la gestión de patrimonios, y por lo tanto considero que puedo aportar información valiosa al respecto. Desde el punto de vista del BTC como elemento para la creación de un capital de cara a la jubilación, cabe señalar varios consejos que resultarán enormemente prácticos.
- El factor más importante siempre será el tiempo. Cuanto antes comencemos a trabajar en nuestra jubilación, mejores serán los resultados que obtendremos. Además, si nuestro horizonte es el largo plazo tendremos una mayor capacidad de resiliencia en caso de caídas de mercado.
- El sistema Dollar Cost Average es muy útil para reducir la volatilidad media de la cartera. Supone efectuar comprar de manera periódica, lo que establecerá un precio medio ponderado.
- Si el objetivo del ahorro en Bitcoin es la jubilación, hagámonos a la idea de que ese capital no debemos de tocarlo hasta entonces. Muchos ahorradores caen en el error de tomar parte del dinero para otros asuntos en cuanto comienzan a aflorar los beneficios.
- Al comienzo de nuestro ahorro es cuando debemos de adoptar las posiciones más volátiles, aspecto en donde Bitcoin encaja a la perfección. Sin embargo, conforme nos vayamos acercando a la fecha jubilación es necesario ir reduciendo nuestra exposición al riesgo. Pasaremos así de una posición de crecimiento a una posición de consolidación.
- Establece objetivos que puedas cumplir. Es mejor comprometerse a un ahorro periódico de 50 € que destinar 250 € de forma ocasional.