A pesar de que las últimas noticias que nos llegan sobre la inteligencia artificial nos plantean un futuro en donde la máquina reemplaza al ser humano, parece que este panorama queda más lejos de lo que parece. El empleo de IA en los procesos productivos puede útil para un mejor desarrollo de los mismos, pero conviene fijarse siempre en la eficiencia.
Las empresas siempre van a adoptar sus decisiones en términos de rentabilidad, lo que supone que el coste de sustituir a una persona por una máquina verdaderamente esté justificado. Sin embargo, una nueva investigación de MIT ha desvelado que a día de hoy dicha rentabilidad sólo se encuentra en 1 de cada 4 casos estudiados.
El informe al detalle
Bajo el título “Más allá de la exposición a la IA: ¿Qué tareas son rentables de automatizar con visión artificial?”, este estudio toma como sujeto de investigación a la inteligencia artificial sujeta a la visión por ordenador, en tanto que es quizás el ambiente de trabajo del cual se ha podido extraer una mayor información cuantitativa y cualitativa. Dicho esto, la conclusión principal resulta bastante reveladora:
“La mayoría de los sistemas son rentables cuando pueden utilizarse en sectores enteros o en toda la economía […] Por el contrario, el 77% de las tareas de visión no son rentables de automatizar si un sistema sólo puede utilizarse a nivel de empresa. Este contraste deja claro que la rentabilidad de los modelos de IA desempeñará probablemente un papel importante en la proliferación de la tecnología.”
Así, el principal escollo que se encuentra la IA en este momento es su adopción. Incluso dentro de la actividad empresarial, existe una infinidad de pequeños negocios, pymes y micropymes que no tienen el más mínimo contacto con esta tecnología. Aunque en ocasiones se debe a que recelan de ella, casi siempre va asociada a su alto coste inicial. No es el caso de los grandes, que llevan tiempo implementándola. Por ejemplo, todo el IBEX español.
Es por eso que el informe aboga por dos vías de entrada. En primer lugar, la escalabilidad y el empleo de la IA como un servicio más que como una herramienta:
“La escala se puede ganar bien aumentando el tamaño de la empresa (por ejemplo, mediante una mayor cuota de mercado) o bien mediante la formación de operaciones de IA como servicio. Es poco probable que el primer efecto sea significativo a corto plazo, porque requeriría una redistribución demasiado grande del tamaño de las empresas en la economía.”
En segundo lugar, se considera que la colaboración entre empresas podría ser uno de los medios más útiles para obtener eficiencia. El ejemplo de los usos que se están dando en el ámbito científico y académico es una buena prueba de ello:
“El segundo, en el que los costes de desarrollo del sistema de IA podrían compensarse desplegando el sistema en muchas empresas, haría que muchos más sistemas fueran económicamente atractivos, pero probablemente requeriría colaboraciones industriales o iniciativas políticas para permitir el intercambio de datos entre empresas. Si esto ocurriera, también implicaría una importante reestructuración de las industrias, ya que las tareas se separarían de las operaciones de las empresas y pasarían a manos de terceros proveedores.”
No obstante lo anterior, el informe deja claro que incluso con un descenso pronunciado de los costes la eficiencia aún tardará tiempo en convertirse en algo generalizado:
“La ventaja económica de las máquinas también mejorará a medida que se abaraten los despliegues de visión computerizada. Pero incluso con una rápida reducción de los costes del 20% anual, las tareas de visión artificial tardarían décadas en ser económicamente eficientes para las empresas.”
¿Cómo es el impacto de la inteligencia artificial en el empleo español?
A propósito de este asunto podemos recabar los datos de la última publicación de Randstad Research a propósito de las tendencias de RRHH e 2024. En ella se aborda de forma particular la entrada de la IA en el mercado laboral, con datos que seguro sorprenden a más de uno.
Según los datos, recabados de la mano de la CEOE, el 46% de las empresas españolas ya emplea la inteligencia artificial en algunas de sus tareas. En concreto, donde más se concentra el uso es en el análisis de datos y en la optimización de las tareas de tipo administrativo. Con ello, el 52% de los encuestados afirma haber ganado productividad en la empresa y el 51% haber eliminado tareas tediosas. Sólo el 8% confirmaría que el efecto obtenido vendría por una reducción de costes de personal.
Este último punto vendría bien enlazado con la siguiente gráfica. De todas las empresas que afirman usar inteligencia artificial, el 90% no ha experimentado cambios en plantilla, el 8% afirma haberla aumentado y sólo el 2% de las empresas habría despedido a gente:
Sin embargo, aunque este dato resulta bastante tranquilizador para la fuerza laboral actual, también es cierto que estamos viendo cómo de cara a futuro hay dudas. El principal motivo de preocupación vendría a cargo de la formación específica de los empleados. Así, el 24% de las empresas encuestadas considera que los requisitos de formación en IA podrían acabar perjudicando a la empleabilidad de los actuales trabajadores:
Dicho de otro modo, parte de la actual plantilla puede acabar encontrando problemas de encaje a futuro. Para evitarlo será necesario emprender un esfuerzo intenso en reciclar y actualizar los conocimientos, con el objetivo de reconducir al empleado hacia nuevas tareas.