La cadena de supermercados Eroski se ha visto obligada a emprender un ambicioso plan financiero para salvar su delicada situación. La cooperativa que dirige Rosa Carabel mantiene viva una deuda que a día de hoy asciende a 870 millones de euros, y de cara al próximo 31 de julio ha de afrontar un pago de 503 millones.
Según los últimos resultados publicados por la empresa, Eroski obtuvo un beneficio de 69,9 millones de euros en el periodo de febrero a julio de este año. Dicha cuantía supuso una mejora del +49,3% al respecto de los resultados del mismo periodo en 2022, cuando el beneficio fue de 46,8 millones de euros.
La colocación de bonos Eroski garantizará la liquidez para el próximo evento de pago
Por volumen y cercanía en el tiempo, el pago del 31 de julio precisaba de medidas drásticas y contundentes. Eso se ha traducido en una emisión de bonos que ascendería a 500 millones de euros, cuyos detalles se dieron a conocer a la CNMV según la normativa vigente en el día de ayer.
Según el documento remitido al regulador, podemos conocer lo siguiente:
“Eroski comunica que ha fijado los términos económicos de su oferta (la “Oferta”) de bonos sénior garantizados, por un importe nominal de 500 millones de euros, a un tipo fijo del 10,625%, y con vencimiento en 2029 (los “Bonos”). Los Bonos contarán con garantías reales y también con la garantía de algunas de las filiales de la Sociedad. Los intereses serán pagaderos semestralmente.”
El asesor financiero de la transacción sería Evercore, mientras que la colocación de estos instrumentos quedaría en manos de Deutsche Bank y BNP Paribas . La agencia de rating Standard & Poor’s ha asignado una calificación B+ a la emisión, situándose dentro del campo High Yield o Bono basura.
La consideración de estos bonos sería la de Deuda Senior Garantizada. Esto significa que en caso de concurso de acreedores quedaría por encima de los bonos subordinados, la deuda híbrida y las acciones de la compañía.
El mismo comunicado también revela la suscripción de un préstamo por valor de 112.845.853 € que vencería en 2029, así como un préstamo puente por importe de 35 millones de euros y con vencimiento en 2025.
El plan financiero incluye fuertes desinversiones inmobiliarias
Para complementar la iniciativa de la emisión de bonos de Eroski, se ha querido incluir un roadmap para desinvertir en buena parte de los activos inmobiliarios.
Según datos de la cooperativa, Eroski cuenta con locales y terrenos por valor de 287 millones de euros. El plan propone realizar la enajenación de estos bienes a través de la fórmula sale and lease–back, que consiste en vender la propiedad del local a un tercero para luego permanecer alquilado en el mismo. Según fuentes citadas por Cinco Días, el plan de desinversiones afectaría al 90% de dicha cartera.
El folleto del plan de desinversión expresa lo siguiente:
“Estamos buscando activamente nuevas enajenaciones de nuestros activos inmobiliarios no estratégicos […] Estamos comprometidos a continuar con nuestra trayectoria de desapalancamiento a través de ventas concretas de activos inmobiliarios no esenciales […] Periódicamente evaluamos traspasos de activos inmobiliarios, ya sea con alquiler posterior o no, que ya no pueden ayudarnos a cumpir con nuestros objetivos”
Esta operativa no es nueva para la empresa. Ya en 2020 Eroski realizó una venta de 27 inmuebles obteniendo con ello una recompensa de 85,5 millones de dólares, y más recientemente, en verano de este mismo año, se produjo la enajenación de una decena de locales situados en País Vasco y Navarra. Dicha venta proporcionó unos ingresos de 18 millones de euros.
¿Posible venta de filiales?
Dado que los bonos Eroski son una solución a medias y que las desinversiones inmobiliarias no llegan a ocupar toda la deuda, la cooperativa plantea también otras vías. Una de las que más suena es la venta de determinadas filiales de la compañía, como por ejemplo las gasolineras Eroski o Forum, su cadena de deportes.
Cabe recordar que este mismo año vendió su división de Viajes Eroski a Iberostar por 10 millones de euros. Por otro lado, en 2021 formalizó la venta del 50% de Caprabo, la cadena catalana que la cooperativa previamente adquirió en 2007.