Este martes, Joe Biden, el actual presidente de los Estados Unidos, firmó una legislación que elimina los créditos fiscales para vehículos eléctricos para gran parte de los modelos que actualmente obtienen hasta USD 7.500 efectivos, como los desarrollados por la empresa de Elon Musk.
Según la Alianza para la Innovación Automotriz (un grupo comercial que representa a Volkswagen, General Motors, Toyota y Ford, entre otras empresas del rubro), la ley que ya entró en vigencia finaliza los créditos de alrededor del 70% de los 72 modelos que antes eran elegibles, dentro de los cuales se encuentran los Tesla Model 3, S, X e Y.
El proyecto dicta que, si los fabricantes de coches eléctricos como el de Elon Musk desean que sus productos sean elegibles para los créditos, tendrán que realizar el ensamblaje final en América del Norte.
El impacto en la industria
Con la nueva ley del presidente Joe Biden, inicialmente, calificarán menos vehículos eléctricos para recibir los créditos, incluso llegando a cero en 2023, de acuerdo al análisis informado por Bloomberg.
A su vez, se eliminan los límites sobre coches eléctricos elegibles. Anteriormente, solo las primeras 200.000 unidades de cada fabricante calificaban. A partir del próximo año, solo serán elegibles los modelos finalizados en América del Norte.
En cuanto al mercado de usados, un crédito de USD 4.000 para autos eléctricos de segunda mano estará disponible por primera vez después del 31 de diciembre, siempre y cuando los vehículos eléctricos tengan un precio de no más de USD 25.000 y los ingresos del comprador superen los USD 75.000 para un contribuyente que presenta una sola declaración o USD 150.000 para contribuyentes conjuntos.
Elon Musk, en problemas
El principal problema de Elon Musk es que su compañía Tesla podría ver una ligera caída en la venta de sus coches eléctricos, ya que habrá menos consumidores capaces de afrontar el gasto de comprar un modelo de la marca.
Además, si a esta potencial reducción de la demanda se le suma el aumento de los costos por la suba de la inflación, que en Estados Unidos fue del 8,5% interanual en julio, el margen de beneficios podría reducirse, impactando negativamente en el precio de sus acciones.
De todas formas, la situación financiera de Tesla se mantiene sólida. En julio, el fabricante de vehículos eléctricos a cargo de Elon Musk dijo que las entregas del segundo trimestre del año llegaron a las 254.695 unidades, representando un incremento del 27% frente al mismo periodo del año anterior.
A su vez, los ingresos alcanzaron los USD 16.930 millones, tal como expone Earnings Whispers, mientras que el beneficio por acción fue de USD 1,95, un 20% más que la estimación de Wall Street de USD 1,63 por acción.
Por este motivo, sus acciones ya crecieron un 40% en los últimos meses, y acumulan un retorno del 45% desde el mínimo de mayo.
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