Parece que el negocio de los iPhone no pasa por su mejor momento, al menos en una parte muy concreta del planeta. China, que tradicionalmente ha supuesto una fuente segura de ingresos, llegando a convertirse en el principal mercado para estos terminales, está mostrándonos una demanda inusualmente débil.
Según datos recogidos por Bloomberg, los envíos de estos terminales al país asiático se han contraído un 33% durante el pasado mes de febrero. De hecho, en la comparativa se aprecia también un importante declive en los envíos de enero, concretamente un 39% menos, algo que en su momento ya puso en alerta a los analistas.
En concreto, los envíos de febrero supusieron 2,4 millones de unidades, mientras que en enero se despacharon 5,5 millones. Detrás de estas cifras parecen apuntarse dos causas principales:
- El veto de los terminales iPhone para miembros de la administración pública, por un supuesto miedo a que sean utilizados para espiar al gobierno.
- Sobre todo, el regreso de Huawei al segmento premium, con terminales de alta gama que están desbancando la posición privilegiada que mantenía Apple hasta la fecha.
Para descargo de la tecnológica, cabe señalar que en general ha habido un retroceso del 15% en la venta de teléfonos móviles en el país. En cualquier caso, no exime a Apple de haberse llevado la peor parte de dicha caída.
La empresa trata de congraciarse con el país a través de Baidu
Una de las cuestiones que marcará el ritmo de ventas para el resto del año es la integración de la IA en los iPhone. Dado que el gobierno chino es enormemente receloso de cualquier injerencia extranjera, Apple se ha visto obligada a conseguir un proveedor local de IA para los terminales que se vayan a comercializar en aquel país.
El resultado de dicha búsqueda ha sido Baidu, el equivalente oriental a Google. Esta empresa habría desarrollado un modelo de IA conocido como Ernie, que cuenta con el visto bueno de Pekín pero supone serias dudas para el tradicional compromiso de seguridad que siempre ha vendido Apple.
La cuestión se centra en el esquema de trabajo de Ernie, pues no trabaja de forma local con nuestro teléfono sino de forma global en la infraestructura en la nube de Baidu. Esto supone que todos los datos de los usuarios queden concentrados en un único punto, permitiendo así al operador un control directo.
Dado que Baidu parece tener evidentes lazos con el gobierno comunista chino, no es de extrañar que muchos analistas alerten del riesgo que supone entregar la llave de los datos de esta forma. En cualquier caso, parece que Apple no tiene otra salida si quiere evitarse más vetos y contratiempos en aquel mercado.
La IA Ernie empezará a funcionar ya directamente instalada en los nuevos iPhone 16 que en breve se comenzarán a comercializar.
Mientras tanto, siguen los problemas legales al otro lado del charco
Si la situación en China no fuese suficiente quebradero de cabeza, recientemente hemos conocido que el gobierno estadounidense ha demandado a Apple por prácticas monopolísticas ilegales. La noticia se dio a conocer el pasado jueves día 21, y supuso una caída superior al -4% para la empresa en aquella sesión bursátil.
El fiscal encargado de llevar el caso, Merrick Garland, dijo entonces:
“Apple ha mantenido un poder de monopolio en el mercado de los teléfonos inteligentes, no simplemente por ir por delante de la competencia en los méritos, sino por violar la ley federal antimonopolio. Los consumidores no deben pagar precios más altos porque las empresas infrinjan la ley […] Si no se le hace frente, Apple seguirá reforzando su monopolio de los teléfonos inteligentes.”
Esta demanda se suma a otros procesos abiertos, como por ejemplo el litigio que Epic Games mantiene con la empresa de la manzana por el incumplimiento de los acuerdos de reparto de los pagos en las aplicaciones.
El iPhone lastra la cotización de Apple
En tanto que el negocio de los iPhone supone más de la mitad de los ingresos de Apple y que China es el tercer mercado de la empresa por volumen agregado de negocio, los títulos de la manzana están en retirada. Su cómputo YTD muestra un retroceso por debajo del -9%, y además hemos quedado por debajo de las medias móviles a 50, 100 y 200 sesiones:
Tampoco tenemos buenos alicientes si observamos el resto de indicadores. En el caso de las bandas Bollinger, por ejemplo, nos situamos en la media inferior y además la sombra se ha ampliado, lo que supone no sólo un sentimiento bajista sino también la poca intención de cambiarlo:
Misma lectura nos ofrecen el RSI y el DMI. El primero llegó incluso a tocar posiciones de sobreventa, pero ello no se tradujo después en una reversión de tendencia. Por su parte, la señal del DMI trató de rebasar el indicador y generar fuerza alcista, pero finalmente no pudo y se mantiene en la misma dinámica de decrecimiento:
Tal y como podemos observar, la acción se asienta sobre una tangencial bajista que peligrosamente le lleva hacia el soporte de los 166 $. En caso de perforarlo, las caídas podrían acrecentarse aún más: