Las operaciones con criptomonedas anónimas y mayores a 3.000 € ya están prohibidas en Europa

La Unión Europea ha dado un paso más allá en el cerco aplicado al universo cripto. Si bien ya estamos viendo las primeras conclusiones de lo que será la entrada en vigor de la futura ley MiCA, la novedad viene, en este caso, por el ámbito del AML (Anti Money Laundry). A fin de evitar cualquier tipo de blanqueo de capitales, se han establecido duras medidas sobre las operaciones con criptomonedas.

La noticia la hemos podido conocer gracias al eurodiputado Patrick Breyer, perteneciente al PiratenPartei alemán, quien se encargó de dar la noticia a través de las redes sociales. En concreto, Breyer aludía al resultado de la votación que se dio en el seno de la Unión:

La votación concretamente se llevó a cabo el pasado día 19 de marzo, y tenía como protagonistas dos comisiones diferentes: el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea y el Comité de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos Internos. El propio eurodiputado quiso expresar su opinión al respecto y explicar el por qué de su voto negativo:

“En general, prohibir los pagos anónimos tendría, en el mejor de los casos, efectos mínimos sobre la delincuencia, pero privaría a ciudadanos inocentes de su libertad financiera […] Con la progresiva abolición del efectivo, existe la amenaza de tipos de interés negativos y el riesgo de que los bancos corten la oferta monetaria en cualquier momento. La dependencia de los bancos está aumentando a un ritmo alarmante.”

Cabe señalar que, a pesar de la relevancia de la noticia, era esperable que se adoptase este movimiento en la votación. Al fin y al cabo, la misma UE ya está implementado unas medidas de control enérgicas sobre el dinero en efectivo. Era cuestión de tiempo ver su reflejo en el nicho de los criptoactivos.

El texto, al detalle

Si echamos un vistazo al texto aprobado en votación por ambos comités, podemos observar que ya en el preámbulo se establece el claro objetivo que se quiere perseguir al respecto del papel de las criptomonedas:

“La tecnología sigue evolucionando, ofreciendo oportunidades al sector privado para desarrollar nuevos productos y sistemas de intercambio de fondos o valor. Aunque se trata de un fenómeno positivo, puede generar nuevos riesgos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, ya que los delincuentes se las ingenian continuamente para encontrar formas de explotar las vulnerabilidades con el fin de ocultar y mover fondos ilícitos por todo el mundo. Los proveedores de servicios de criptoactivos y las plataformas de crowdfunding están expuestos al uso indebido de nuevos canales para el movimiento de dinero ilícito y están bien situados para detectar tales movimientos y mitigar los riesgos. Por lo tanto, el ámbito de aplicación de la legislación de la Unión debe ampliarse para incluir a estas entidades, en consonancia con la reciente evolución de las normas del GAFI en relación con los criptoactivos.”

Esta ley determinará como ilegales todas aquellas operaciones con criptomonedas que se realicen de forma anónima y sean superiores a 3.000 € en el ámbito minorista y 10.000 € en el ámbito empresarial. Además, estarán totalmente prohibidas las operaciones que se efectúen desde wallets anónimas.

Si bien parece que la norma quiere centrarse en los proveedores de servicios con criptomonedas, no estarán exentas de vigilancia los monederos de auto custodia. Entre los más famosos de esta última tipología, podemos encontrar tanto de tipo software (MetaMask) como hardware (Ledger).

Las plataformas toman la delantera por precaución

Aunque la previsión es que la entrada en vigor de esta norma se efectúe dentro de tres años, es muy probable que los exchanges comiencen a adoptar medidas mucho antes para evitar complicaciones a futuro. De hecho, este tipo de comportamientos ya los hemos podido ver como respuesta a otros anuncios de los distintos organismos públicos.

Por ejemplo, el exchange OKX, tercero más grande del mundo, ha frenado la negociación de USDT en territorio europeo como respuesta al control de stablecoins que llega el próximo mes de diciembre.

Anteriormente también hemos podido comprobar el efecto disuasorio que han tenido los reguladores con el tema de las criptomonedas anónimas. Al margen del propio anonimato que ofrece una criptomoneda en su concepto mismo, hay tokens que son específicamente privados, como es el caso de Monero (XRM). Esta divisa lleva años siendo perseguida y vetada en los principales exchanges del mercado, acusada de haber sido un medio de financiación predilecto para el ISIS y otros grupos terroristas.

Analistas rebajan la gravedad de la medida

Si bien el coto a las operaciones con criptomonedas resulta a priori llamativo, lo cierto es que hay analistas como Patrick Hansen de Circle que consideran desmesurada la reacción. En primer lugar, porque las medidas AML ya estaban siendo impuestas prácticamente en cualquier operación efectuada a través de un proveedor regulado.

Por otro lado, las medidas adoptadas no forman parte de una ley contra las criptomonedas, sino que se trata de un compendio legal que busca frenar el blanqueo en todas las industrias objeto. De hecho, desde aseguradoras hasta bancos o equipos de fútbol se van a ver sometidos a este texto. Lo único novedoso es que se incorpora apartados específicos sobre criptomonedas en tanto que antes no se contemplaban.

Ya por último, quedándonos con el aspecto positivo de la noticia, Hansen nos recuerda que la norma deja fuera cuestiones preliminares como la limitación por operación de sólo 1.000 € o la aplicación de normas AML en DeFi, DAOs o plataformas NFT.

¿Se puede poner coto a las operaciones con criptomonedas?

Daniel “Loddi” Tröster, analista cripto famoso por su podcast Sound Money Bitcoin, ha querido dar su opinión al respecto de la noticia. En su opinión, hay un problema de base y es la obligatoriedad de tener que pasar un filtro KYC a partir de ahora para poder realizar operaciones con criptomonedas. ¿Qué ocurre? Pues que existe un importante número de proveedores que no están bajo marco regulatorio de la UE.

“En el futuro, la transferencias requerirán un proceso KYC […] La pregunta, sin embargo, es cómo controlar esto. WoS (y otros proveedores) no tienen licencia en la UE y, por lo tanto, difícilmente pueden ser regulados por la UE. Los acontecimientos que se producirán en los próximos meses mostrarán la seriedad con la que los políticos de la UE se están tomando esto…”

En definitiva, son más las dudas que se generan que las que se resuelven. Bien podríamos emplear esta sentencia del mentado eurodiputado Patrick Breyer para ver el frente que se abre ante nosotros:

“Si la UE cree que puede regular las monedas virtuales a nivel regional, no ha entendido la naturaleza global de Internet”

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