El pasado miércoles se hizo efectiva una demanda del diario estadounidense The New York Times contra ChatGPT y Microsoft. El contexto de dicha denuncia al parecer sería la capacidad de la IA para ofrecer a los usuarios párrafos enteros extraídos de los artículos del diario. Se da la circunstancia de que dichos artículos estaban protegidos por paywall o muros de pago, los que requieren de suscripción para su lectura.
Si bien la demanda no incluye una cifra concreta, los responsables del periódico hablan de que la IA podría estar produciendo “miles de millones de dólares en perjuicios morales y reales”. La reacción no se ha hecho esperar, no tanto por parte de Microsoft (que no se ha pronunciado) sino más bien por el resto del sector periodístico. Es el caso por ejemplo de la Asociación Medios de Información en España (AMI), que se ha pronunciado a través de un comunicado. Entre sus palabras podemos leer lo siguiente:
“AMI respalda plenamente la acción entablada por The New York Times, apoyada en el reconocimiento que otorga la Constitución de Estados Unidos y su ley de propiedad intelectual a los periódicos […] los promotores de sistemas de inteligencia artificial deben respetar los derechos de los medios de información de forma previa a la utilización de cualquier contenido editorial”
Si bien estamos en una fase embrionaria de la polémica, pues la demanda acaba de ser presentada, no se descarta que los responsables de la IA comiencen a tomar cartas en el asunto antes siquiera de que se produzca el juicio.
La denuncia del New York Times se extiende a Microsoft
Si bien el programa de la polémica es el propio ChatGPT, NYT ha querido extender la demanda a Microsoft en calidad de principal accionista. Además, la tecnológica había integrado ChatGPT en Bing a comienzos de febrero de 2023, por lo que su responsabilidad es aún mayor.
En la demanda presentada ante el Tribunal Federal del Distrito de Manhattan, el New York Times considera que Microsoft y OpenAI (desarrolladores de ChatGPT) utilizaron millones de artículos de su periódico para entrenar a sus chatbots automáticos. Los mismos que ahora compiten con el medio de comunicación pretendiendo ser una fuente alternativa y fiable del mismo.
Según New York Times, el programa propiedad de Microsoft es capaz de sortear los muros de pago del medio para ofrecer el contenido al cliente. El diario estadounidense emplea los muros de pago desde hace años, y cuenta con una base de suscriptores de más de 10 millones de clientes. En la actualidad, el programa de suscripción anual al periódico asciende a 90 € al año, aunque con la oferta de bienvenida queda en 20 € el primer año.
Cabe señalar que NYT tiene un público lector bastante joven, lo que hace que también sea más proclive a la utilización de herramientas como ChatGPT para sortear los muros de pago:
No todos los medios optan por la beligerancia
El camino emprendido por el New York Times contra Microsoft y ChatGPT parece no ser un consenso del sector. Si bien es cierto que el medio ha recibido apoyos tanto nacionales como internacionales, otros grupos han trabajado de forma separada para solventar el problema por su cuenta.
Es el caso por ejemplo de Axel Springer, dueña de medios como Business Insider, Politico, Bild, AutoBild, o HobbyConsolas. Esta empresa decidió sellar un acuerdo con la IA a mediados de diciembre, convirtiéndose así en un proveedor de noticas de ChatGPT. De esta forma, el algoritmo podrá aprender de fuentes directas y de forma legal, solventando indirectamente buena parte de los fundamentos de la demanda presentada por el New York Times.
Antes incluso de producirse el acuerdo con Axel Springer, OpenAI había alcanzado un acuerdo con Associated Press. Fue en el mes de julio de 2023, y en éste también se abordaba el uso de noticias de forma legal y coordinada.
Las otras polémicas de ChatGPT
No es la primera vez que ChatGPT está en el ojo del huracán por diversas cuestiones legales. Una de las más habituales precisamente habla del tema de los derechos de autor. En noviembre de 2023 el despacho de abogados Susman Godfrey, quien también representa a NYT en su acusación, lanzó una querella contra la IA amparando a varios autores de libros de no ficción cuyas obras habían sido vulneradas por la misma.
Meses antes, concretamente en septiembre del mismo año, autores como George RR Martin y John Grisham se unieron a otros 17 autores para lanzar una querella contra OpenAI. El fundamento siempre es el mismo: la vulneración de los derechos de propiedad.
Cabe señalar que por aquel entonces todavía estábamos viviendo varios meses de huelga en Hollywood. Los más beligerantes fueron precisamente los guionistas que, además de pedir mejoras salariales, quisieron poner coto a las obras producidas mediante la inteligencia artificial