Derechos de autor - New York Times - OpenAI - Microsoft

La era de la inteligencia artificial ya está aquí y, con ella, la tecnología ha dado un paso importante, pero… A qué costo. Uno de los tantos tópicos a analizar es la protección de los derechos de autor, pues es un tema que se enfrenta a desafíos sin precedentes.

Un ejemplo claro es lo que demuestra la demanda del New York Times contra OpenAI y Microsoft. El pasado miércoles, el reconocido periódico presentó una demanda en un tribunal estadounidense contra OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, y su principal financiador, Microsoft.

A través de la misma, son acusados de infringir derechos de autor al emplear sus publicaciones en el entrenamiento de avanzados modelos de Inteligencia Artificial. Por lo tanto, es un caso que resalta la complejidad de los derechos de autor en el ámbito digital y pone de relieve la tensión entre la innovación tecnológica y la protección de la propiedad intelectual.

Desafíos en la protección de derechos de autor vs. IA – Cuestión de entrenamiento de chatbots

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Con el asentamiento de la Inteligencia Artificial (IA), la protección de los derechos de autor enfrenta desafíos complejos, especialmente en el contexto del entrenamiento de chatbots. Estos sistemas de IA, como ChatGPT, se entrenan utilizando enormes conjuntos de datos extraídos de Internet, que a menudo incluyen materiales protegidos por copyright.

Por consiguiente, dicho método plantea interrogantes fundamentales sobre la legalidad y la ética de usar contenidos con derechos de autor sin compensación o consentimiento explícito de los autores originales.

Por un lado, las empresas desarrolladoras de IA argumentan que el uso de estos datos cae bajo la doctrina del “uso justo”. Sobre todo, cuando los datos se transforman significativamente para crear nuevos aprendizajes y funcionalidades.

Sin embargo, los creadores de contenido y los titulares de derechos de autor cuestionan esta interpretación. Ante ello, señalan que la utilización de sus trabajos contribuye directamente al beneficio económico de estas empresas de IA, habitualmente sin reconocimiento o retribución.

La usanza de datos de Internet para entrenar chatbots también plantea la cuestión de la transparencia y la procedencia de los datos. Como tal, la falta de claridad sobre qué datos se utilizan y cómo, junto con la dificultad de rastrear y atribuir el contenido original, complica todavía más el panorama de los derechos de autor.

En respuesta a estos desafíos, se están explorando varias soluciones. Estas incluyen el desarrollo de marcos legales más robustos y específicos para la Inteligencia Artificial. Al mismo tiempo, se prevé la implementación de tecnologías de atribución y seguimiento más sofisticadas, junto con un enfoque más colaborativo entre las empresas de tecnología y los creadores de contenido.

Demandas y desafíos legales en la protección de derechos de autor – New York Times vs. OpenAI

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El New York Times (NYT), un medio de prensa líder en Estados Unidos, presentó una demanda significativa contra OpenAI y Microsoft. La acusación central es el uso no autorizado de artículos del NYT para entrenar modelos de IA como ChatGPT, violando así los derechos de autor.

En resumidas cuentas, la demanda busca una compensación por daños y perjuicios, junto con una orden para que cesen el uso del contenido del Times. Dentro de otras demandas, el periódico exige que se destruyan los datos ya recopilados por OpenAI.

Lógicamente, este caso eleva el debate sobre los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial, destacando la preocupación del NYT por la explotación indebida de su inversión en periodismo de calidad.

Respuesta de OpenAI y Microsoft – Otra versión de los hechos

Frente a la demanda del New York Times, OpenAI manifestó su sorpresa y decepción, enfatizando su intención de encontrar una solución mutuamente beneficiosa. La compañía subrayó su respeto por los derechos de los creadores de contenido y su deseo de colaborar con ellos.

Microsoft, como importante inversor en OpenAI, y OpenAI defendieron el uso de su tecnología argumentando que la naturaleza “transformadora” de sus modelos de IA. Dicha defensa se basa en la interpretación de que la tecnología de IA no simplemente replica el contenido original. Al contrario, lo transforma en algo nuevo y diferente, lo cual podría caer bajo la doctrina del “uso justo”.

De continuar con esa posición, implica que la reproducción del contenido del NYT por parte de sus modelos de IA, no se considera una infracción directa. La razón radica en que, como ya mencionamos, el resultado final difiere sustancialmente del material original.

A pesar de la demanda, se revela que ha habido esfuerzos para negociar una compensación justa y otros términos entre los involucrados. Tales negociaciones podrían ser indicativas de un esfuerzo por parte de OpenAI y Microsoft para abordar las preocupaciones de derechos de autor de una manera que beneficie tanto a las empresas de tecnología como a los creadores de contenido.

Otras demandas y acontecimientos similares en la industria

Esta situación no es única en el mundo de la IA. De hecho, el reconocido escritor de Game of Thrones, George RR Martin, ya ha sido protagonista en inconvenientes similares. Junto con otros escritores, han presentada demandas colectivas contra OpenAI.

Al mismo tiempo, Getty Images demandó en el pasado a otro modelo de IA, Stability AI, por usar sus imágenes para crear diseños automáticos. Por ende, frente a las demandas, Microsoft y Google anunciaron protección legal a los clientes demandados por infracción de derechos de autor sobre contenido generado por su IA.

Sin duda alguna, la industria creativa ha mostrado su preocupación por el uso no compensado de propiedad intelectual en sistemas de IA. Sin embargo, medios como The Associated Press y Axel Springer, optaron por cerrar acuerdos de contenido con OpenAI para el uso de sus materiales en el entrenamiento de ChatGPT.

Impacto y futuro de la protección de derechos de autor en la era de la IA

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El debate sobre los límites legales de la IA generativa es cada vez más relevante. Con la capacidad de la IA para imitar el lenguaje humano y crear contenido complejo, emergen desafíos legales y éticos significativos. El caso del NYT contra OpenAI y Microsoft podría sentar un precedente para la interpretación de las leyes de uso justo en torno a la IA.

Debido a la problemática actual, los tribunales deberán decidir si el entrenamiento de IA con datos de Internet está protegido por leyes de uso legítimo en Estados Unidos. Entretanto, la doctrina del “uso justo” permite el uso limitado de obras protegidas por derechos de autor en ciertas circunstancias. No obstante, el alcance de esta aplicación en la era de la IA está por definirse.

Paralelamente, empresas como Apple comenzaron a negociar acuerdos con editores de noticias para uso de contenido en la capacitación de sus sistemas de IA. De ese modo, buscan evitar conflictos legales similares a los que enfrentan OpenAI y Microsoft. Así pues, podría ser un movimiento clave para el futuro desarrollo de tecnologías de IA respetuosas con los derechos de autor.

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