La semana pasada se produjo el split de Amazon, un proceso por el cual la acción de la empresa se dividió en partes más pequeñas, concretamente en una proporción de 20 a 1, de forma tal que se daba cumplimiento al anuncio hecho el 9 de Marzo y el precio del stock pasaba de los 2.447 $ del cierre del Viernes 3 de Junio a los 122,35 $ de la apertura del Lunes 6 de Junio.
Los splits son movimientos de bolsa bastante frecuentes, lo cual no quita para que no sean llamativos y que tengan repercusión en las negociaciones.
No es pues un movimiento extraño, pues otras empresas con interés inversor como GameStop han anunciado su intención de realizar un split en este año.
En este caso vamos a analizar las posibles consecuencias que tendrá el que está llamado a ser uno de los splits más importantes de 2022.
¿Por qué hacer un split?
Muchos inversores no entienden la ventaja que puede haber detrás de una maniobra de split, pues suele sobreentenderse que cuanto más cara es una acción más buena es y al revés, cuanto más barata más mala. Lo cierto es que esta idea es bastante peregrina y no necesariamente se cumple.
Una acción puede valer mucho porque se haya revalorizado o porque la emisión sea reducida. De hecho si uno acude a un valor como Berkshire Hathaway, verá que hay dos tipos de acción, BRK-A y BRK-B, donde la primera vale unas 1.500 veces más que la segunda, no obstante el comportamiento en bolsa es prácticamente idéntico en ambos casos:
De hecho básicamente la diferencia entre BRK-A y BRK-B es, además del precio, su derecho de voto en la Junta de Accionistas, que en BRK-A es muy superior.
Sin embargo, la existencia de una acción barata es vital de cara a dotar de liquidez al valor.
Esa es la clave del split de Amazon. A más de 2.000 dólares la acción los inversores retail se alejan del valor salvo que trabajen con un broker que permita acciones fraccionadas, como ocurre con algunos de los mejores brokers de bolsa.
Tras el split la capitalización de Amazon no cambia, en realidad lo único que cambia es el número de acciones en circulación y el precio unitario de las mismas. Esto podría entenderse como una maniobra de marketing para atraer más clientes, algo muy habitual como podiamos comprobar en el anuncio de Mastercard de permitir la compra de NFT.
Se trata de una decisión aparentemente cosmética pero que si la vemos con perspectiva lo que pretende es hacer que las acciones de Amazon sean accesibles al gran público.
Además, contar con acciones más baratas también facilita la inclusión en determinados índices. Es el caso por ejemplo del Dow Jones, donde al ponderar por precio las acciones demasiado caras tienen un difícil acceso.
No es la primera vez
El split de estos días ha devuelto a Amazon al valor de tres dígitos, algo no visto desde hace cinco años.
No obstante, se trataría del cuarto split que realiza la compañía desde su fundación, habiendo sido el primero en 1998, justo un año después de su salida a bolsa.
A tenor de cómo ha evolucionado la empresa en todo este tiempo, parece que los splits no perjudican en absoluto al valor, por lo que comprar acciones de Amazon sigue siendo una apuesta atractiva a día de hoy.
Tu capital está en riesgo.
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