SEC Chair o presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, Gary Gensler, anuncia una crisis financiera de la mano de la inteligencia artificial (IA). Mientras las plataformas impulsadas por IA estén al mando de un volumen creciente de datos, el riesgo del sistema financiero es inminente. Pronosticándola para fines de esta década o principios del 2030.
En una entrevista reciente, Gary Gensler fundamentó sus dichos sobre este tipo de tecnologías y como han ido avanzando sobre el sistema financiero. El SEC Chair advirtió que se requiere una acción rápida por parte de los reguladores, aunque se trata de una tarea difícil.
Crisis financiera en puerta por la IA
En una entrevista con Financial Times, el presidente de la SEC Gary Gensler se mostró preocupado sobre el avance de la IA en el sistema financiero actual, de no ser reguladas, estas innovaciones atentan contra su estabilidad.
Quien es coautor del artículo de investigación “Aprendizaje profundo y estabilidad financiera”, sugirió que existe una dependencia hacia ciertos modelos de datos, y es esto lo que puede desencadenar una crisis financiera en una década. Ciertas plataformas de IA pueden terminar por concentrar el dominio total sobre ciertos datos y esto es perjudicial para todo el mercado.
Si bien Gensler motivo a los diversos reguladores a involucrarse pronto en esto, se refirió a las dificultades de establecer marcos legales para dicho sector de la IA. las empresas tecnológicas que operan fuera del ámbito de control de Wall Street, son el mayor reto de los reguladores estadounidenses.
La estabilidad financiera será difícil de mantener mientras instituciones individuales utilicen las mismas tecnologías y modelos de datos. “Una crisis financiera provocada por la IA es casi inevitable”.
SEC Chair Gary Gensler: “Creo que es un desafío regulatorio cruzado”
Gary Gensler enfatizó en que el alcance que tienen las medidas regulatorias de la SEC no es el adecuado para poner un freno a los modelos de datos de IA. Como al momento las regulaciones aplican a bancos individuales, fondos del mercado monetario individuales o corredores de la misma naturaleza, se trata de una cuestión horizontal.
Aun si se actualizaran las medidas, no llegarían a abordar la problemática, según palabras del presidente de la SEC. La incidencia de los modelos de base, que van ganando la confianza de los inversores por pertenecer a grandes empresas tecnológicas de IA, hace que esto sea difícil de frenar.
“Lo he planteado en el Consejo de Estabilidad Financiera. Lo planteé en el Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera. Creo que es realmente un desafío regulatorio cruzado” argumentó.
Organismos reguladores buscan controlar la IA
La IA ha quedado fuera de muchas de las regulaciones establecidas por los principales organismos. Porque cuenta con modelos tecnológicos que son captados por instituciones de control específicas.
La Unión Europea redactó una serie de medidas a través de la Ley de Innovación Tecnológica que avanza a ser aprobada. A su vez, Estados Unidos encabeza investigaciones para definir qué avances necesitan ser regulados y cuáles pueden ser englobados bajo las leyes existentes.
La IA está presente en varios sistemas y plataformas que son aplicados por Wall Street, van desde el asesoramiento, la apertura de cuentas y predicciones de mercado. Esto incrementa el riesgo de que existan sesgos que impacten en las decisiones de los inversores, por agregadores de datos o los modelos que aplican.
Legisladores de Washington tomaron acción llevando adelante un escrutinio para tratar la protección de datos y leyes antimonopolio. Buscan poner freno a los modelos de IA con capacidad de accionar en red coordinada.
Por su parte, a mediados de año la Comisión Federal de Comercio solicitó a OpenAI, la empresa que creo ChatGPT, una revisión de sus protocolos. Se intenta evitar daños al consumidor y prever la protección de sus datos.
La IA, como así también lo que representa la tecnología blockchain, son los principales retos para la SEC y los organismos regulatorios a nivel mundial. Una dependencia a determinados modelos puede derivar en comportamiento manipulado, que afecte a Wall Street y los mercados financieros en general.
Es primordial que se apliquen leyes que protejan a los inversores y les aseguren transparencia. No cabe duda que los organismos reguladores tienen una tarea enorme que abordar.