Malas noticias llegan desde Oriente Medio. En el marco del ataque perpetrado por Hamás el pasado día 7 de octubre, además de daños humanos estamos comenzando a ver los daños económicos, comenzando por el séquel israelí (ILS) que ha experimentado fuertes caídas.
El impacto de la escalada de violencia no se detendrá ahí, también cabe esperar la reacción en los mercados financieros así como en materias primas sensibles. Pensamos especialmente en el petróleo y el oro. A continuación revisaremos las posibilidades que barajan analistas y expertos acerca del devenir del conflicto.
La caída del séquel israelí obliga al Banco Central de Israel a tomar medidas
Una de las primeras reacciones ante cualquier guerra es la depreciación de la moneda. Se da la casualidad, además, de que el séquel israelí es moneda de curso legal y no sólo en la propia Israel, sino también en Palestina (junto con el dinar jordano), las dos zonas que ahora mismo están enfrentadas. El ILS llegó a caer por debajo del -3% en las horas posteriores al comienzo del ataque, si bien recortó las pérdidas hasta el -2%:
El séquel israelí está inmerso en una pérdida de valor importante frente al dólar desde inicios de 2022, cuando los principales bancos centrales mundiales comenzaron a escalar los tipos de interés de sus correspondientes divisas. En la siguiente gráfica podemos observar el ritmo descendente que ha llevado al ILS a rebajarse un -23% en su par con el USD:
En medio de tal dinámica, el Banco Central de Israel (BoI) ha emitido una nota de prensa en la cual anuncia que venderá 30.000 millones de dólares en divisas para sostener el precio del séquel. La misma nota decía también lo siguiente:
“El Banco de Israel seguirá supervisando los acontecimientos, siguiendo todos los mercados y actuando con las herramientas a su disposición según sea necesario.”
En caso de que sea necesario, también se contaría con emisiones SWAP que podrían ascender a un monto total de 15.000 millones.
El petróleo reacciona con alzas, al igual que el oro y el USD
Como era lógico esperar, el precio del petróleo West Texas (de referencia en EEUU) se ha disparado un +4,31%, lo que aunque resulte llamativo no deja de ser menos de lo que cabría esperar en una situación de este tipo:
Por otro lado, el Crudo Brent, de referencia en Europa, vivió una subida similar cifrada en máximos del +4,46%, si bien de nuevo recortó posiciones con el paso de las horas.
El otro activo que se ha visto beneficiado de la situación ha sido el oro, valor refugio por excelencia y principal receptor del capital del miedo. Su precio se incrementó hasta el +1,15% para después situarse en cotas en el entorno de 1.849 dólares.
En último lugar, el US Dollar Index nos refleja un incremento de peso en la moneda norteamericana, escalando hasta un máximo de +0,46%.
Caídas en las bolsas europeas y parte de las asiáticas
El mercado de renta variable ha sido el principal damnificado en este escenario, aunque de manera diversa. Por el lado de Asia, tras la vuelta de las vacaciones de gigantes como China han habido resultados dispares. Australia cerró en positivo, al igual que el Hang Sheng de Honk Kong. Sin embargo, los selectivos de la India han sufrido caídas moderadas.
En Europa prácticamente todos los índices amanecieron en rojo, aunque poco a poco han ido recortando las caídas iniciales. Si nos fijamos en los futuros norteamericanos, tendremos caídas en el entorno del medio punto porcentual, siendo el índice Rusell 200o l que mayor bajada advierte.
Por su parte el índice VIX de Volatilidad se ha incrementado en un +4,69%.
¿Hasta dónde puede llegar el conflicto?
La clave en estos casos siempre viene por saber hasta cuándo puede extenderse este nuevo conflicto. Israel lleva en guerra con los palestinos desde 1948 (aunque las raíces podemos encontrarlas ya a principios del siglo XX), y cada cierto tiempo hemos asistido a diferentes escaladas bélicas, como por ejemplo la Guerra de los Seis días o años más tarde la Guerra del Yom Kipur. En tal situación, lo que está pasando en estos momentos no sería más que otro episodio de esta triste historia.
Ahora bien, la clave radica en el papel que puedan jugar los países que orbitan a uno y otro lado. Hamás, que es el grupo terrorista palestino que inició los ataques, cuenta con la adhesión del Líbano, Irán o Qatar, en tanto que estos países consideran legítima la reivindicación de Palestina. Por otro lado, Israel no sólo cuenta con la práctica totalidad de países occidentales, sino que también tiene un aliado poderosos en Arabia Saudí, tradicional rival de Irán.
Nadie puede asegurar a ciencia cierta la duración del conflicto, lo verdaderamente importante será monitorizar los movimientos de los terceros países para que no se agrave la situación. Por ejemplo, de cara al precio del petróleo el principal motivo de interés es Irán, porque una implicación directa de éste en la guerra sí que pondría en peligro el suministro mundial.
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