La elección de Javier Milei como nuevo presidente de Argentina ha supuesto una revolución en el panorama internacional. Uno de los mandatarios que ya se ha puesto en contacto con él ha sido Joe Biden, felicitándole por la victoria y sondeando el futuro comercial de ambas naciones.
Según informaron desde La Libertad Avanza, el partido de Milei, éste tiene previsto viajar hoy viernes a Estados Unidos. Sin embargo, parece ser que se trataría de un viaje por motivos personales y no tanto una visita oficial. Además, la toma de posesión de Milei está prevista para el 10 de diciembre, evento al cual ha sido invitado Biden.
La futura canciller Diana Mondino, del mismo partido, fue la encargada de trasladar a los medios una valoración del encuentro telefónico:
“La comunicación con Biden fue muy amable. Hablamos fundamentalmente sobre la liberación de los rehenes de Israel. También de que Argentina puede producir energía y alimentos”
En este aspecto, cabe recordar que a pesar de las evidentes distancias ideológicas entre los Demócratas norteamericanos y los Libertarios de Milei, existen fuertes puntos de interés.
El próximo presidente argentino se ha mostrado siempre del lado del eje EEUU-Israel, así como un férreo defensor de la dolarización. También apuesta por un apoyo sin fisuras a Ucrania en la invasión rusa. Es por eso que se prevé dejar toda diferencia aparcada y centrarse en los puntos importantes.
Una llamada de especial relevancia
La comunicación de Biden tiene un significado simbólico importante, en tanto que EEUU siempre ha sido el eje negociador cuando Argentina ha tenido que financiarse a través del FMI. Que el presidente norteamericano se haya apresurado a iniciar conversaciones supone dar un espaldarazo a Milei y al propio país de cara a los próximos años.
Recordemos que desde marzo de 2022 está en marcha un programa de pagos SAF a 30 meses por valor de 44.000 millones de dólares. Dicho programa tuvo una revisión en el mes de agosto que logró liberar 7.500 millones, y ahora en noviembre acontecerá otra vez.
Uno de los primeros ámbitos en los que quiere actuar el ejecutivo de Milei, y donde el FMI tiene un papel destacado, es en el Banco Central de la República de Argentina (BCRA). Según datos actualizados, las reservas netas de dicho banco han entrado en un terreno negativo que sin el apoyo del Fondo Monetario hubiere acabado en colapso:
Además, la posible dolarización de argentina es un tema que cobra especial importancia para EEUU.
Recordemos que, de un tiempo a esta parte, los esfuerzos de China por torpedear al USD han sido intensos. De hecho Pekín lleva tiempo aprovechando sus lazos con economías hispanoamericanas para introducir el yuan en países como Bolivia, Brasil o la propia Argentina. Biden lo sabe, de ahí su interés por recuperar la iniciativa en la región.
La continuidad se garantiza si Biden no sale reelegido
El próximo mes de noviembre de 2023 tendrán lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si bien no se puede dar todavía nada por sentado, lo cierto es que los polls marcan al ex presidente Donald Trump como ganador en unos futuros comicios:
En cualquier caso, victoria del republicano no perjudicaría los actuales planes de Biden. Es más, incluso podría intensificarlos. Cabe recordar que Trump y Milei guardan una excelente relación y se encuentran en la misma órbita ideológica. De hecho, el norteamericano tiene previsto realizar una visita próxima a argentina para verse con el nuevo presidente argentino.
El ambicioso proyecto a corto plazo de Milei
Según ha declarado en numerosas ocasiones, Javier Milei tiene previsto realizar una serie de cambios drásticos tan pronto como tome posesión. Entre ellos, al margen de cuestiones “cosméticas” como la reducción de ministerios, estaría una campaña de privatizaciones y la reducción drástica del déficit. Dicha reducción ya se habría fijado como equivalente al 5% del PIB.
En la actualidad, la mala gestión de las empresas públicas supone un déficit crónico que supone entre el 0,6% – 0,7%, estando entre las más penalizadas nombres como Enarsa o la propia red de ferrocarriles.
La privatización también incluiría a nombres conocidos como Aerolíneas argentinas o YPF, esta última expropiada a la petrolera española Repsol en 2012 por voluntad de Cristina Kirchner.
El nuevo gobierno buscará implementar un plan de obra pública impulsada con capital privado. El modelo a seguir sería el que llevó implementando Chile durante décadas. También se revisaría el paquete de proyectos pendientes de desarrollo para frenar aquellos no críticos y estratégicos.
Con respecto al gasto de la administración, se espera que el recorte resulte más intenso y se ponga fin a una evidente ineficacia en materia de plantilla. Estos ajustes también tendrían impacto en la gestión que se realiza sobre determinados edificios públicos.
Todas estas medidas presumiblemente servirán para que los inversores y organismos internacionales tomen una mejor perspectiva del rumbo económico del país. De hecho, desde que se conoció el resultado de las elecciones el S&P Merval argentino ha crecido un 22%.