El mundo de la conducción está dando pasos de gigante en cuestión de breves espacios de tiempo. Parece que el fenómeno del motor 100% eléctrico se ha convertido ya en un convencionalismo, y la verdadera innovación hemos de buscarla por otro sitio.
Si bien aún queda tiempo para que comencemos a escuchar hablar de modelos con motor de hidrógeno, lo que sí empezamos a ver son noticias sobre el vehículo autónomo.
La conducción autónoma lleva años en desarrollo, sin embargo hasta la fecha se ha encontrado con serios problemas. El primero de ellos su coste y su escasa escalabilidad.
El bautizado como vehículo autónomo AV 1.0 parece que pronto se verá sobrepasado por una nueva versión más completa y mejorada, conocida comúnmente como AV 2.0, en donde la IA jugará un papel decisivo.
Detrás de los desarrollos más avanzados tenemos a empresas como Wayve, socio del gigante NVIDIA, que ya se perfila como líder indiscutible en este nicho.
El sueño de la conducción autónoma
La idea de poder montarnos en un vehículo y que éste conduzca por nosotros se remonta a los albores de la propia ciencia ficción. Docenas de novelas futuristas se han referido a esta tecnología, aún y cuando tecnológicamente era imposible soñar con su adopción.
La evolución que hemos podido constatar en términos de nuevos componentes y microprocesadores adaptados, ha hecho que estemos cada vez más cerca de hacer realidad lo que en su momento fue una ensoñación. Ahora bien, dicho proceso no ha resultado rápido y tampoco barato.
Según estimaciones de McKinsey, de 2010 a 2020 se han invertido más de 330.000 millones de dólares en soluciones de movilidad. De dicha cifra, la suma de conducción autónoma y smart mobility supondrían dos tercios del gasto:
De entre las empresas que mejor han sabido canalizar esa inversión, Wayve parece destacar por encima del resto gracias a su innovador concepto del AV 2.0, lo que supone integrar la inteligencia artificial plena no sólo sobre los elementos de detección sino también sobre los de predicción.
En todo ello juega un papel clave la IA generativa, para lo cual trabajan codo con codo con empresas como NVIDIA. Gracias a esta tecnología, el vehículo podrá utilizar las experiencias previas de un modelo para crear y simular nuevos escenarios de conducción. De este modo, no sólo procesa datos, sino que los entiende y los aplica a los movimientos del vehículo.
“En Wayve, utilizamos el deep learning para entrenar nuestro software de inteligencia artificial y que sea capaz reconocer y predecir cómo se moverán las personas y los objetos alrededor del vehículo, así como razonar cuál es el mejor camino a seguir.”
La conducción de un vehículo autónomo en un entorno complejo como puede ser una gran ciudad es capital. Es por eso que desde Wayve ya han efectuado pruebas de su tecnología en la gran urbe de Londres, y los resultados podemos verlos en el siguiente video:
¿Es infalible el vehículo autónomo? – Las sospechas del Autopilot de Tesla
Como suele ocurrir casi siempre, cuando asistimos al estreno de una tecnología totalmente disruptiva es fácil que existan fallos. De ahí que los desarrollos posteriores se esfuercen en la optimización de los recursos y en la mejora de los procedimientos.
Una de las primeras empresas automovilísticas en incluir la conducción autónoma en sus coches fue Tesla. La empresa de Elon Musk lanzó con gran aclamación el conocido como sistema Autopilot, el cual lleva en funcionamiento desde 2019. Sin embargo, con el paso de los años han sido múltiples los accidentes que han ocurrido a causa de la utilización de este sistema.
Quizás la noticia más reciente que tenemos es la de un juez del estado de Florida que lleva una causa contra la empresa Tesla por el fallecimiento de un conductor, Stephen Banner, mientras conducía con Autopilot. Al margen de admitir a trámite la denuncia de la familia, el juez parece encontrar evidencias de que Elon Musk y su equipo sabían que el sistema era defectuoso y aún así lo comercializaron.
Esta noticia, que conocimos el pasado 22 de noviembre, no tardó en abrir de nuevo el debate sobre la seguridad del vehículo autónomo. Debate que, por cierto, parece querer zanjar Wayve con su versión AV 2.0 mejorada.