El déficit presupuestario de Estados Unidos ha alcanzado una cifra significativa en los primeros dos meses del año fiscal 2024, situándose en 383.000 millones de dólares. Este dato, revelado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), marca un incremento notable en comparación con el mismo período del año fiscal anterior.
Dicho aumento en el déficit refleja una compleja interacción entre los ingresos federales y los gastos, donde, a pesar de un aumento en los ingresos, los gastos del gobierno han escalado a un ritmo más acelerado. Este escenario fiscal plantea interrogantes sobre las políticas económicas actuales y sus efectos a largo plazo en la economía del país.
Contexto del déficit presupuestario de Estados Unidos
En el contexto del déficit presupuestario de Estados Unidos, el año fiscal 2024 ha evidenciado un incremento considerable en comparación con el período anterior. El déficit, que se sitúa en 383 mil millones de dólares, representa un aumento de 47 mil millones de dólares respecto al mismo lapso del año fiscal 2023.
Los datos revelados por la CBO revelan que los ingresos del gobierno han mostrado un crecimiento saludable. En ese sentido, superaron en 85 mil millones de dólares las recaudaciones en comparación con el año fiscal anterior.
Este incremento en los ingresos se atribuye principalmente a la recaudación de impuestos individuales y corporativos, que han experimentado un alza debido a diversos factores económicos y fiscales.
Los datos mostraron que los desembolsos netos por intereses de la deuda pública fueron sustancialmente mayores, aumentando en 60 mil millones de dólares o 65%. Esto principalmente porque las tasas de interés son significativamente más altas que en los primeros dos meses del año fiscal 2023.
Por otro lado, los gastos del gobierno han seguido una tendencia ascendente, marcando un aumento del 17% respecto al año anterior. Además, se han registrado alzas en los gastos en áreas como la seguridad social y la defensa, reflejando las prioridades y necesidades cambiantes del país.
Factores clave del aumento de gastos
El primero es el gasto de interés neto, que ha emergido como el principal impulsor del incremento en los gastos. Este aumento se debe en gran medida a las tasas de interés más elevadas aplicadas a la deuda pública del país. Como resultado, el costo de financiar la deuda ha crecido sustancialmente, ejerciendo una presión notable sobre el presupuesto federal.
El segundo factor relevante es el papel desempeñado por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC). La FDIC ha tenido que asumir costos de de 63 mil millones de dólares debido a la resolución de fallas bancarias ocurridas en el año.
“La FDIC espera recuperar gran parte de esa cantidad si continúa liquidando los activos de los bancos y cobrando primas más altas de las instituciones aseguradas por la FDIC durante los próximos años”, dijo la CBO.
Aunque se espera que la FDIC recupere una parte de estos gastos a través de la liquidación de activos bancarios y el incremento de las primas a las instituciones aseguradas, su impacto inmediato en el déficit presupuestario de Estados Unidos es innegable.
La CBO también observó un aumento del 18% en el gasto del Departamento de Asuntos de Veteranos “principalmente debido al aumento del gasto por persona y al mayor uso de las instalaciones de atención médica por parte de los veteranos”.
Asimismo, destacó un aumento de 5 mil millones de dólares en el gasto del Departamento de Energía. Se dice que fue “principalmente porque el año pasado la administración vendió una cantidad sustancial de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo”.
Por otro lado, la proyección de la CBO indica un incremento del 13% en los gastos del Departamento de Defensa. En ese sentido, destacan que “los incrementos más significativos se dieron en el personal militar y en las áreas de operación y mantenimiento”.
¿Qué implicaciones puede tener el déficit presupuestario de Estados Unidos?
En términos de deuda pública, un déficit mayor puede llevar a un incremento en la cantidad total de deuda que el gobierno necesita financiar. Esto podría resultar en una carga fiscal más pesada para las generaciones futuras, ya que la deuda acumulada eventualmente requiere ser pagada o refinanciada.
Además, un aumento sostenido en la deuda pública puede afectar la percepción de los inversores sobre la solvencia del país, lo que podría tener implicaciones en la confianza del mercado y la inversión extranjera.
Por otro lado, las tasas de interés también se ven impactadas. Un déficit creciente puede ejercer presión al alza sobre las tasas de interés, ya que el gobierno podría necesitar ofrecer rendimientos más altos para atraer a los compradores de su deuda.
El déficit presupuestario de Estados Unidos no solo aumentaría el costo del servicio de la deuda. También puede tener efectos de arrastre en la economía en general, afectando todo, desde los préstamos hipotecarios hasta los créditos empresariales.