presidente de eeuu

Durante el transcurso del tercer viernes del mes, Joe Biden, Presidente de EE. UU, anunció ante el Congreso una propuesta de “ayuda financiera” para Ucrania e Israel. Ante el complicado panorama geopolítico actual, no fue una decisión particularmente bien recibida por la Cámara de Representantes y el Senado.

La administración de Biden solicitó alrededor de 105.000 millones de dólares para financiar a sus aliados, así como para tratar los problemas de seguridad fronteriza. Pero, no se ofreció una estrategia clara asociada al manejo de los fondos, lo cual causó descontento, críticas y escrutinio en el Congreso.

Por si fuera poco, Wall Street y el mercado accionario cerraron a la baja en medio de la escalada de tensiones geopolíticas. Las ventas apresuradas y el miedo a mantener una posición larga durante el fin de semana, fueron los impulsores de este movimiento. Mientras tanto, el crudo experimentó un ligero incremento.

Presidente de EE. UU solicita más de 105 mil millones de dólares para Ucrania e Israel

presidente de EEUU

El pasado viernes, The White House se pronunció ante el Congreso en pro de solicitar una millonaria suma de dinero para Ucrania e Israel. Dado el contexto actual y lejos de encontrar una solución pacífica, todo parece indicar que Estados Unidos permanecerá como protagonista “indirecto” de los hechos.

A grandes rasgos, el principal argumento de Joe Biden, Presidente de EE. UU, es “conservar la seguridad nacional de EE. UU”, tanto interna, como externamente. Por tal motivo, consideró que es de “vital relevancia” proporcionar ayuda, desde diferentes perspectivas, ante la crisis acontecida en Europa y Medio Oriente.

Si bien no ofreció una estrategia detallada para el control y manejo de los fondos, sí expresó cómo se distribuirán. En sí, más del 70% del monto estará destinado a facilitar armas y municiones en aras de contribuir a la defensa y reforzamiento de los países aliados. Del resto, se tomará para ayuda humanitaria y cuestiones de seguridad fronteriza.

Ucrania sería el mayor beneficiado, con casi 61.4 mil millones de dólares destinados a armas, municiones, asistencia económica, militar y operativa. Seguidamente, alrededor de 15 mil millones de dólares permitirán a Israel reponer su arsenal logístico y fortificar su sistema antiaéreo de misiles, el popular Iron Drome.

En segundo plano, 7.4 mil millones de dólares serán enviados a Taiwán con fines militares y de desarrollo en distintas esferas. Sin dejar de lado los 9.1 mil millones de dólares para solapar la crisis humanitaria en Gaza, Israel y Ucrania.

Por último, casi 14 mil millones de dólares cree indispensables el Presidente de EE. UU para la construcción de centros de retención, movilización de patrullas fronterizas y material logístico para frenar la crisis de inmigración, al igual que el creciente tráfico de fentanilo.

Desafíos políticos en el Congreso ante la propuesta del Presidente de EE. UU – ¿Logrará salir adelante?

La solicitud financiera del presidente de EE. UU, Joe Biden, llega poco después de su viaje a Israel. En él, reafirmó su apoyo mientras la nación israelí mantiene su férreo enfrentamiento contra Hamas.

Al combinar la ayuda financiera para Israel con temas como Ucrania, la protección fronteriza, asistencia a refugiados, acciones contra China y otros temas controvertidos, Biden aspira a consolidar un paquete de gastos en seguridad que sea esencialmente ineludible para su aprobación, incluso en una Cámara de Representantes en desorden.

En el presente, cabe destacar que, la Cámara, ahora bajo dominio republicano desde el año anterior, ha estado sin una figura líder durante 18 días. A causa de ello, varios congresistas republicanos han expresado dudas sobre la pertinencia de financiar el conflicto entre Ucrania y Rusia, así como en Israel.

Además, han insinuado la posibilidad de detener las operaciones gubernamentales asociadas al gasto de dinero público. La razón radica en enfocar estrategias para abordar los persistentes desequilibrios en el presupuesto de EE.UU. y el gasto impulsado por una deuda que asciende a 31,4 millones de dólares.

Crecen las tensiones geopolíticas y cae el mercado accionario de EE. UU

Como bien es sabido, el mercado accionario y la economía en general, es especialmente sensible ante factores como la política y los conflictos bélicos. Para la tercera semana de octubre, índices como el S&P500, Dow Jones, Nasdaq100 y Russell2000, cerraron con una caída promedio entre 0,8 y 1,5%.

Los principales motivos relacionados fueron el pánico o miedo de no mantener posiciones abiertas previo a un fin de semana donde las tensiones geopolíticas pueden aumentar. A su vez, es importante notar que la debilidad en las acciones no se debe a la desinversión de múltiples activos, sino a la venta minorista. Por su parte, también recalcamos estos otros puntos clave:

Nuevo pronunciamiento de Jerome Powell – Presidente de la Fed

Las acciones en EE.UU. cerraron a la baja secundario a los comentarios de Powell, quien señaló que la Reserva Federal está procediendo con cautela. Conjuntamente, está atenta al aumento en los rendimientos de los bonos.

Powell sugirió que la política actual no es demasiado restrictiva. No obstante, también acotó que un aumento en los rendimientos de los bonos podría reducir la necesidad de que la Reserva Federal endurezca sus estrategias. Lo cierto es que, tal como comentó Gary Gensler, Presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, la economía puede estar a las puertas de una “crisis financiera”.

Dólar estadounidense – Fluctuaciones negativas en el cierre de semana

A pesar de un informe positivo sobre las solicitudes de desempleo, el dólar estadounidense cerró a la baja. Powell también reconoció que el movimiento en los rendimientos de los bonos está endureciendo las condiciones financieras.

Aunque suena paradójico, implica que la Reserva Federal podría no tener que actuar tanto o, al menos, no en el corto o mediano plazo. Independientemente de ello, el dólar estadounidense sostuvo fluctuaciones tras los comentarios del Presidente de la Fed, predominantemente negativas, lo cual impactó y dejó secuelas en el mercado accionario.

El precio del crudo comienza a escalar en contraste con las acciones estadounidenses

El crecimiento de la incursión armada de Israel en Gaza y la participación militar indirecta de Estados Unidos, se ha hecho sentir. Estos eventos han tenido un impacto directo en los mercados financieros, causando que las acciones disminuyan su valor. El mercado, en franca incertidumbre, se encuentra constantemente amenazado por los cambios de tipos de la Fed y la sombra de la guerra en Europa y Medio Oriente.

Por otro lado, el precio del petróleo ha experimentado un aumento en contraste con las acciones. Particularmente, el tipo de petróleo conocido como WTI subió en precio a 88.37 dólares por barril, mientras que el Brent, llegó a 92.38 dólares por barril.

Aunque se tiene noción de varios factores que influyen en el precio del petróleo, uno de los motivos de este aumento reciente es la situación política global. Y si sumamos las declaraciones de importantes entidades financieras, el resultado final es obvio.

Adicionalmente, el valor del dólar estadounidense ha disminuido después del discurso de Powell, avivando el fortalecimiento del precio del petróleo durante la jornada en Estados Unidos.

Ucrania, Israel, Gaza y el panorama económico nacional – ¿Cómo terminará de actuar el Presidente de EE. UU?

El panorama económico global se encuentra en un momento de notable tensión y volatilidad. Mientras el presidente de Estados Unidos solicita una suma significativa para apoyar a Ucrania e Israel, los mercados reflejan la incertidumbre geopolítica con una caída en las acciones y un incremento en el precio del crudo.

Estos movimientos en los mercados no solo son una respuesta directa a las decisiones políticas y a los eventos en el Medio Oriente, sino también a las percepciones y expectativas de los inversores sobre el futuro económico.

La solicitud de fondos por parte del presidente Biden, aunque es un esfuerzo para fortalecer las alianzas, ha encontrado resistencia en un Congreso fracturado, lo que añade otra capa de incertidumbre.

El equilibrio entre la política, la economía y la geopolítica nunca ha sido tan delicado, y las decisiones tomadas ahora tendrán repercusiones duraderas en el panorama económico mundial.

Artículos relacionados