Los países de alta renta, representan el 16% de la población a nivel mundial; sin embargo, son quienes producen cerca del 34% de los residuos y desechos plásticos del mundo. Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Arabia Saudí y Corea del Sur son los más grandes exportadores de desechos plásticos.
Cuando hablamos de plásticos, referenciamos polímeros tóxicos que contaminan el medio ambiente y tienen incidencias negativas sobre la salud humana. Sin embargo, existen acuerdos políticos comerciales que permiten a dichos países exportar enormes cantidades de desechos bajo el emblema de reciclaje. El destino son los países en desarrollo.
Estos últimos reciben la mencionada exportación, pero en su mayoría, carecen de la infraestructura para gestionar los desechos plásticos e incluso sus propios residuos. No cuentan con una gestión respetuosa con el medio ambiente.
Comercio de residuos plásticos y sus cifras ocultas
Examinando las cifras de este comercio internacional, como así también la gestión de desechos de los países de destino, es que la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN) emite su reciente informedonde se reflejaron índices alarmantes.
Las Naciones Unidas presentan datos acerca del comercio mundial de residuos; sin embargo, estos no consideran los plásticos ocultos en varias de sus categorías. Se intenta cerrar la cifra en 1,8 millones de toneladas por metro cuadrado. No obstante, si se incluyeran los desechos plásticos inmersos en varias subcategorías no consideradas, la suma podría incluso triplicarse.
Las estimaciones se basan en un sistema armonizado de descripción y codificación de productos básicos. El cual asigna a cada categoría de residuo exportado un código, los HS.
Por ejemplo, HS 3915: “RESIDUOS Y CHATARRA PLÁSTICA”.
Important insight from Therese Karlsson, IPEN @ToxicsFree, at the Ocean Base Camp on the Plastic Treaty: Recycling is not a solution. It perpetuates toxic chemicals and chemical recycling is a unicorn.#unoceanconference #UNOC22 #saveourocean pic.twitter.com/iqL2q7gjVl
— Hold Norge Rent/Doalat Norgga Ráinnasin (@HoldNorgeRent) July 2, 2022
Por consiguiente, el reciente análisis de IPEN argumenta que estos códigos no reflejan la composición de los materiales del lote, por lo cual los datos serían poco fieles a la realidad.
Como ejemplo de esto:
- El código rastreable HS 5505 “ROPA DESECHADA” no está incluido como residuo plástico, pese a contener hasta un 70% de derivados.
- HS6309 “ROPA Y ACCESORIOS USADOS”, asumida para reciclaje pese a que un 40% de la misma se considerara desechable y termina en basureros como destino final.
En síntesis, si se revisaran tan solo estas dos categorías, las exportaciones de residuos plásticos analizadas aumentarían sus métricas incluso más del doble.
Respecto a nuestro país, datos de la ONU reflejan que Argentina solo recicla un seis por ciento de sus desechos,por lo cual, un gran porcentaje termina en vertederos o en los océanos.
Riesgos en la salud pública y en la ecología mundial
Los plásticos son un grupo complejo de materiales que utilizan 10.000 sustancias químicas para su producción. Cerca de una cuarta parte de las mismas han sido develadas cancerígenas.
Por otro lado, polímeros del plástico se filtran en la tierra, el agua y el aire en forma de partículas y gases. De este modo, es simple lleguen al cuerpo humano. Existen estudios que demuestran la presencia de contaminantes plásticos en órganos vitales.
Por último, el mal manejo de residuos, como la quema, provoca que sus contaminantes orgánicos persistentes permanezcan en el medio ambiente de forma prolongada. Esta emisión de Gases de efecto Invernadero incrementa la Huella de Carbono.
Invierte en criptomonedas sostenibles
La cripto economía no queda ajena a intentar mitigar los efectos de la generación de contaminantes.
En relación con esto, se ha lanzado una preventa, y la estrella de la propuesta es: C+Charge, que se presenta como una solución a futuro para la tecnología blockchain, con foco en mitigar el avance del calentamiento global, consecuencia de los gases de efecto invernadero.
La misión de C+Charge es la de impulsar la adopción de vehículos eléctricos, volviendo los mismos más accesibles y con redes de recarga competitivas. Se encuentra en su etapa de preventa.
Las presale de criptomonedas son más rentables, ya que cuando estas ICO llegan a comercializarse en exchanges, se obtienen grandes ventajas en su precio.
Por lo cual, analistas expertos coinciden en que es momento de aprovechar la rentabilidad que ofrece este mercado de criptomonedas en preventas. La temática de importancia que aborda le hace ganar cada vez más usuarios inversores.
En síntesis, se estima que el nicho de mercado al cual se enfoca C+Charge, tendrá un valor de 2,4 millones de dólares en 2027, por lo que incluir en las ganancias a los conductores de vehículos eléctricos será un gran negocio, como beneficio por su aporte a la ecología ambiental.